08 julio 2008

Me confieso amante

Me confieso amante de los pequeños lugares, con calles estrechas sin avenidas,y ríos de gente que van de un lugar a otro, con mil cosas para hacer, museos, monumentos y palacios que visitar y fotografiar...
No me cautivan las Ciudades que puedes recorrer andando y nunca se acaban, siempre te queda algún lugar al que ir, ver, visitar... con su heterogeneidad de gentes y culturas, que hace de ti parte de ellas y de las que nunca acabas de saciarte.
Lugares en los que la gente no te conoce, eres totalmente anónimo, uno mas que forma parte de esa belleza caótica y estresante en horas puntas, un constante bullicio.
Lugares que Transmiten energía y dinamismo, luz y color, lugares que están en constante movimiento.
Soy amante de los pequeños lugares, lugares donde la calma es el antídoto del estrés, prisa Pero para valorar algo, nos tenemos que distanciar de ello, cuando estamos en la vorágine nuestra visión esta deformada por la costumbre y acaba por no apreciar y dar el valor real a las cosas que tenemos a nuestro alrededor.
Así que puedo decir también que soy amante del los parajes tranquilos, solitarios, poco habitados y silenciosos…lugares donde lo más que te puede molestar es el canto de un gilguero,o el sonido que arranca el viento a las hojas de los árboles.lugares en los que se escucha el crujir de las hojas secas bajo los pies y los días de lluvia lugar en el que el cielo no tiene fin y en el que ninguna finca te impide ver el sol, ni las nubes ni el manto azul infinito.
Y para hacer este proceso de introspección, y conocimiento del propio ser, y todo aquello que mis sentidos han percibido a lo largo de la vida, no hay nada como el silencio, la tranquilidad, el aire fresco de un lugar lejano, apartado de las grandes ciudades, de los humos, de los ruidos… pero con un castillo, con río, con, bosques por los que corretean las ardillas… en el que aprecias al detalle los cambios de estación, como caen las hojas, como se derrite la nieve, como nacen las flores… como si de un cuento de hadas se tratase.

Lugar en el que puedes escuchar a tu alma, escucharte a ti mismo y entablar contigo aquellas conversaciones que tenias pendientes, ya que el ruido del primero no te dejaba.
Cuando tengo la opotunidad de disfrutar de esos lugares, donde estoy tranquilo y sereno y la calma. me alimenta.
Vélez blanco un lugar, en el que al andar notas las suaves caricias del frío aire del maimón, en el que los copos de nieve de la sierra, rozan tus mejillas; y tus oídos, donde del ruido del agua de los caños, se escucha el sonido del viento y el volar de los pájaros.
Yo soy de los que piensan que cuando te defines no estas mas que automutilándote;Yo no quepo en un cajón, ni en una caja de cartón, apesar que definirse es como intentar ajustarse a un envase que no es el nuestro.
No creo en los esteriotipos, en las etiquetas ni en las clasificaciones, creo que podemos ser todo aquello que queremos ser y amar aquello que nos rodea, sin mas limitación que la que nosotros nos queramos imponer.
Por fortuna, las personas somos mucho más que un adjetivo o un conjunto de ellos, somos ricos en matices y definirnos no seria más que caer en nuestro propio cepo.
Tras tiempo y momentos de observación he visto que las personas que se definían como algo y se erigían como abanderados de esa misma causa, no hacían más que poner al descubierto sus más grandes carencias.
No seré yo quien me ponga el yugo. Como decía un ilustre obispo
“Yo soy lo que soy y no lo que los demás dicen que soy”
Jul-08 Dts

1 comentario:

Anónimo dijo...

Baw, kasagad-sagad sa iya ubra blog!