/Psicología / EDUCACION
¿QUÉ PASARÍA SI EN VEZ DE CASTIGAR A LOS
NIÑOS, LES ENSEÑÁRAMOS A REFLEXIONAR?
Y eso es precisamente lo
que se ha propuesto la escuela primaria estadounidense “Robert W. Coleman”, sus
maestros no castigan a los niños, sino que les proponen algo diametralmente
diferente: meditar.
El centro educativo, que
se encuentra en Baltimore, ha creado una “Sala Mindful”, donde acuden todos los
niños, también aquellos que han tenido comportamientos disruptivos. Una vez allí,
en vez de reprenderles, se les anima a respirar y meditar, a reencontrar la
calma, tranquilizarse y reflexionar sobre lo ocurrido.
Este proyecto fue creado
en conjunto con “Holistic
Life Foundation”, una fundación que ha pasado más de una década
ofreciendo programas extraescolares holísticos para los niños. De hecho, su
director afirma que aunque puede parecer imposible que los niños se sienten a
meditar en silencio, lo hacen sin dificultades.
Por otra parte, el director
del colegio afirma que desde que han puesto en marcha este proyecto, los
estudiantes han mejorado mucho su comportamiento y ya no ha sido necesario
recurrir a los castigos o a las suspensiones escolares.
Los increíbles beneficios de la
meditación mindfulness para los niños
La meditación mindfulness existe desde hace miles de años,
aunque solo ahora el mundo occidental está redescubriendo sus beneficios. De
hecho, está técnica ya se ha introducido en muchas terapias psicológicas y poco
a poco también va ganando terreno en la educación
Se ha comprobado que
este tipo de meditación mejora la atención, por lo que es ideal para los niños
con déficit de atención e hiperactividad. También reduce el estrés, fomenta la
empatía y potencia el autocontrol emocional, por lo que se recomienda en los
niños que sufren un trastorno oposicionista desafiante o que muestran conductas agresivas.
Esto se debe a que la
meditación mindfulness provoca cambios a nivel cerebral, sobre todo en las
regiones vinculadas con la atención, el procesamiento de la información
sensorial, el pensamiento y la toma de decisiones.
n un estudio realizado en la Universidad de Harvard se apreció que estas áreas de la corteza cerebral muestran un engrosamiento cuando se practica la meditación mindfulness, el cual se suele alcanzar de manera natural solo con el paso de los años. Esto significa que algunas zonas del cerebro se desarrollan más rápido cuando se medita, por lo que es una herramienta muy poderosa para estimular la maduración cerebral en los niños.
n un estudio realizado en la Universidad de Harvard se apreció que estas áreas de la corteza cerebral muestran un engrosamiento cuando se practica la meditación mindfulness, el cual se suele alcanzar de manera natural solo con el paso de los años. Esto significa que algunas zonas del cerebro se desarrollan más rápido cuando se medita, por lo que es una herramienta muy poderosa para estimular la maduración cerebral en los niños.
Por otra parte, un
metaanálisis realizado por psicólogos de la Universidad de Chicago que incluyó
los datos de 270.034 niños de 213 escuelas en las que habían puesto en marcha
programas de meditación mindfulness, llegó a la conclusión de que esta técnica
no solo mejoraba sus habilidades sociales y emocionales sino también su
desempeño académico, en una media de 11 puntos.
Estos resultados no son casuales. De hecho, se ha comprobado que la meditación mindfulness también incrementa la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona estrechamente vinculada con la memoria y el aprendizaje. Por tanto, no es extraño que los niños que aprenden a meditar también mejoren su aprendizaje.
Estos resultados no son casuales. De hecho, se ha comprobado que la meditación mindfulness también incrementa la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona estrechamente vinculada con la memoria y el aprendizaje. Por tanto, no es extraño que los niños que aprenden a meditar también mejoren su aprendizaje.
Meditación midnfulness: El
antídoto para el estrés que genera la vida moderna
La meditación
mindfulness no es simplemente una técnica, no implica sentar a los niños a
meditar durante un rato y después olvidarse del asunto, implica asumir un
estilo de vida diferente y comprender que los niños necesitan ser felices, no ser los mejores, que necesitan jugar y
tener un ritmo de vida más relajado, en vez de sentirse presionados constantemente
por obtener buenas calificaciones.
Por eso, la meditación puede convertirse en una especie de antídoto contra muchos de los problemas modernos. Los padres y maestros pueden usarla para:
- Enseñarles a mantenerse calmados, en vez de perder el control
- Enseñarles a estar plenamente presentes, en vez de tener la mente en otra parte
Por eso, la meditación puede convertirse en una especie de antídoto contra muchos de los problemas modernos. Los padres y maestros pueden usarla para:
- Enseñarles a mantenerse calmados, en vez de perder el control
- Enseñarles a estar plenamente presentes, en vez de tener la mente en otra parte
- Enseñarles a disfrutar
de las pequeñas cosas, en vez de apostar únicamente por la tecnología
- Enseñarles a ser
empáticos y compasivos, en vez de distantes y egoístas
- Enseñarles a mirar
dentro de sí, para que sean más conscientes y responsables, en vez de dejar que
miren continuamente hacia afuera en busca de culpables
- Enseñarles a bajar el
ritmo cada vez que sea necesario, en vez de empujarles a perseguir el
"éxito"
3 ejercicios para desarrollar
una actitud mindfulness en los niños
Para desarrollar una
actitud mindfulness en los niños, es importante que los adultos sean pacientes
y perseverantes. Cuando se trata de niños pequeños, de 4 o 5 años, tan solo 5
minutos al día de "meditación" serán suficientes. Cuando sean mayores
podéis dedicarle a esta actividad unos 15 minutos al día.
Se recomienda ponerla en
práctica siempre a la misma hora, al menos tres días a la semana y en un lugar
tranquilo, donde no os interrumpan. La idea es proponer la actividad bajo una
perspectiva interesante y divertida. También es importante pedirle al niño que
cuente sus sensaciones al terminar el ejercicio. Obviamente, es fundamental no
juzgarle porque todas las experiencias son válidas. De hecho, es normal que
algunos días esté más disperso y desconcentrado que otros, no se le debe
criticar ni reprender.
1. Técnica "Los Astronautas"
1. Técnica "Los Astronautas"
El objetivo de esta
técnica es que los niños aprendan a concentrarse en el momento presente, con
todos sus sentidos. Para lograrlo, le dirás que vais a jugar a ser astronautas
que visitan otros planetas. Él será el terrícola y tú el extraterrestre.
A continuación, dale una fruta y pídele que la experimente con todos los sentidos, como si nunca la hubiese visto. Es importante que no se le escapen los detalles porque su misión intergaláctica consiste en describirle esa fruta a un extraterrestre que no sabe qué es y quiere replicarla en su planeta.
A continuación, dale una fruta y pídele que la experimente con todos los sentidos, como si nunca la hubiese visto. Es importante que no se le escapen los detalles porque su misión intergaláctica consiste en describirle esa fruta a un extraterrestre que no sabe qué es y quiere replicarla en su planeta.
2. Técnica "Parte
Meteorológico"
En este caso, el
objetivo es potenciar la conciencia emocional del niño, haciendo que gane en
introspección. Solo tenéis que sentaros y cerrar los ojos, para descubrir cómo
os sentís en ese momento. Al principio puedes ayudarle preguntándole "¿Qué tiempo está haciendo allí dentro?" Si se
siente relajado y tranquilo puede decir que brilla el sol, si está preocupado
puede indicar que hay nubes y si se siente muy tenso, que está a punto de caer
un chaparrón.
La idea es que observe
el "tiempo" que hace en su interior, desde una postura desapegada.
Aprovecha para explicarle que los estados de ánimo cambian como el tiempo y que
no tiene sentido aferrarse a ellos. Debe aprender a observar, comprenderlos y
dejarlos pasar. Verás que a medida que practicáis, el niño irá añadiendo más
detalles a su "tiempo" interior, lo cual es sinónimo de que está
ampliando su conciencia emocional.
3. Técnica "Como una
Rana"
l objetivo de esta
técnica es lograr que el niño aprenda a respirar profundamente y comience a dar
los primeros pasos en la meditación mindfulness. Puedes empezar explicándole
que imitaréis a la rana, un animal que puede dar grandes saltos, pero también
puede quedarse muy quieta, observando lo que sucede a su alrededor, sin
reaccionar de inmediato.
Pídele que respire como
la rana, tomando lentamente el aire por la nariz mientras infla la barriga y
soltándolo muy suavemente por la boca, mientras se desinfla. Así sentados, la
rana no se deja arrastrar por las miles de ideas que cruzan por su mente sino
que se concentra en el movimiento de su barriga mientras respira. De esta forma
le enseñas autocontrol y, de paso, le ayudas a respirar adecuadamente, no de
forma entrecortada, como solemos hacer.
Fuente: Durlak,
J. A. et. Al. (2011) The impact of enhancing
students' social and emotional learning: a meta-analysis of school-based
universal interventions. Child
Dev; 82(1): 405-432.
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