08 septiembre 2007

Todo tiene un final

Oscar Wilde escribió: No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Todo tiene un final, todo termina... Lamentablemente, todo lo bueno termina. Después de seis semanas de descanso repartidas entre mis rincones favoritos. En primer lugar, el pueblo Vélez blanco, un lugar un lugar donde el tiempo se detiene para disfrutar de un paisaje maravilloso, tengo que regresar a la realidad. De alguna forma extraño mi rutina, mi nueva forma de vida, sin trabajo (a veces pienso que soy un tipo raro), los amigos, mis espacios y mi comentarios. Me queda la sensación de haber vivido en un mundo irreal por unos días. Un mundo a donde la gente ve pasar la vida y no le preocupa, Un lugar donde la televisión solo se ve para mantenerte informado de las desgracias de este mundo, donde los coches paran para que los peatones crucen, Un lugar donde la naturaleza es el mejor plato y el agua se bebe en manantiales, un lugar donde muchos disfrutamos del sabor de la nostalgia. Hoy siento el efecto de la nostalgia, de alguna manera llegan a mis recuerdos a mi tiempos de joven con los tenis rotos y los bolsillos vacíos, mi pelo corto para no contradecir a mi padre, los recuerdos se amontonan imprecisos y abstractos, algunos tan borrosos que se confunden con fantasías y otros tan claros que me encandilan, recordar todo eso me hace descubrir que la ¡nostalgia tiene sabor a leche frita y galletas caseras!!! Hoy, para mi la nostalgia tiene el sabor, pero qué es la ¡nostalgia sino el recuerdo latente de momentos felices! ¡Me encanta la nostalgia! En otro momento comentaré mis siestas en otro de mis rincones preferidos de este País, este es un enlace al comentado lugar. http://www.guixols.net Un gran abrazo a todos. Sep-07

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