01 mayo 2021
SEGÚN UN ESTUDIO FACEBOOK ALIMENTA NUESTRO EGO,
PSICOLOGÍA/TECNOLOGÍA
¿Has
recibido una crítica despiadada?
¿Te han
rechazado un proyecto?
¿Algo
no ha salido según tus planes?
Entonces
es más probable que revises Facebook.
Una
nueva investigación realizada en la Universidad de Wisconsin descubrió que
solemos recurrir a esta red social de manera inconsciente para calmar nuestro
ego herido.
Los efectos de Facebook en el ego
Los
psicólogos se preguntaron si existe alguna relación entre el uso de Facebook y
nuestro ego. Reclutaron a 88 estudiantes universitarios y les pidieron que
dieran un discurso breve. Mientras los participantes esperaban los
comentarios, les permitieron mirar su perfil en Facebook o el de otra persona.
Al cabo
de unos minutos recibieron una retroalimentación negativa sobre su discurso,
independientemente de cuan bien o mal lo hubieran hecho y les pidieron pidió
que calificaran cuán precisa era esa crítica sobre su
desempeño. Curiosamente, las personas que habían mirado su perfil en
Facebook se mostraron menos a la defensiva cuando recibieron la
retroalimentación negativa, en comparación con quienes miraron el perfil de
otra persona.
Esto
hizo sospechar a los investigadores que navegar por perfil de Facebook podría
tener un impacto directo sobre nuestro ego. Por eso idearon un segundo
experimento.
En esta
ocasión, los estudiantes recibieron comentarios positivos o negativos sobre su
discurso. Pero esta vez les dieron la posibilidad de navegar por su perfil
de Facebook u otros sitios online, como YouTube o webs de noticias. Los
psicólogos notaron que quienes recibieron comentarios negativos tenían más
probabilidades de elegir Facebook que las personas que recibieron una
retroalimentación positiva. Sin embargo, no supieron explicar su elección.
Estos
resultados sugieren que los perfiles de Facebook podrían usarse como una
estrategia de autoafirmación para calmar el ego herido.
¿Cómo Facebook alimenta el ego?
Todo
parece indicar que recurrimos a las redes sociales en busca de consuelo cuando
las cosas no nos salen como esperábamos y nuestro ego sale mal herido. Se
convierten en una especie de mecanismo de compensación para calmar el dolor que
nos ha provocado una crítica, humillación o desaire. De hecho, se conoce que
los “me gusta” y comentarios de apoyo que recibimos en nuestras publicaciones
tienen un efecto positivo en nuestra autoestima.
No
obstante, el impacto psicológico de nuestro perfil en redes sociales como
Facebook va más allá. Otro estudio muy interesante desarrollado en la
Universidad Tecnológica de Texas descubrió que elegir una autorepresentación
verdadera en el perfil de las redes sociales (brindando un reflejo honesto de
nosotros mismos y nuestra vida) solo producía felicidad a las personas con una
alta autoestima.
Sin
embargo, la auto representación estratégica, que significa elegir solo
contenido positivo para crear una impresión más favorable de sí mismo, hacía
felices tanto a las personas con una alta autoestima como a aquellas con una
baja autoestima.
Eso
significa que nuestro perfil de Facebook u otras redes sociales nos recuerda
nuestras características más positivas, esas de las que nos sentimos
particularmente orgullosos, lo cual nos ayuda a alimentar nuestra autoestima y
reparar los daños que ha sufrido nuestro ego.
De
hecho, la autoafirmación es un proceso que se produce en gran medida a través
de nuestras actividades cotidianas. Todos experimentamos la necesidad de
vernos como personas valiosas, dignas y buenas. Satisfacemos esa necesidad
cuando tomamos conciencia de los aspectos definitorios de nuestra identidad,
como los valores, las metas y las relaciones personales positivas. Nuestros
perfiles en las redes sociales nos recuerdan precisamente nuestra mejor
versión.
Por
tanto, los investigadores concluyen que “la extraordinaria cantidad de
tiempo que la gente pasa en Facebook puede ser un reflejo de su deseo de
satisfacer las necesidades del ego, las cuales son fundamentales para la condición
humana”.
No es oro todo lo que reluce
No
debemos olvidar que en muchos casos nuestros perfiles en las redes sociales
representan una versión idealizada de uno mismo, con fotos, publicaciones y
contenidos con los que nos identificamos y aprobamos. Eso nos puede ayudar a
calmar un ego herido y aumentar nuestra autoestima. Pero debemos asegurarnos de
que no se convierta en la norma.
Buscar
consuelo en una imagen idealizada de nosotros mismos, es como intentar
protegerse de un bombardeo en una casa de cristal. A la larga, no servirá de
mucho. Cuando vivimos un contratiempo o un revés importante, evadirnos en las
redes sociales no solucionará el problema. Lo mejor es hacer un ejercicio de
instrospección y análisis para aprender de los errores y crecer.
Fuentes:
C. L. Toma & J. T. Hancock. (2013) Self-Affirmation Underlies Facebook
Use. Personality
and Social Psychology Bulletin; 39 (3): 321.
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