11 octubre 2018
EL CANSANCIO “DESCONECTA” EL CEREBRO
Cuando estamos cansados no
funcionamos igual. No solo nos cuesta mucho más hacer las cosas sino que
cometemos más errores, somos más lentos y nos sentimos más irritables. Cuando
estamos agotados la memoria también nos juega malas pasadas, es más probable
que olvidemos las llaves o el teléfono al salir de casa o incluso que tengamos
lagunas mentales.
Ahora un grupo de
neurocientíficos de las universidades de California y Tel Aviv nos brinda una
explicación a estos molestos fenómenos: el cansancio en realidad “apaga” el
cerebro. La falta de sueño y el agotamiento afectan la capacidad de las
neuronas para codificar la información y traducirla en una respuesta adecuada.
En otras palabras, no son capaces de conectarse y comunicar entre sí con
eficacia. Esto significa que el agotamiento que sientes no solo es psicológico,
también hay un cansancio cerebral de fondo.
El agotamiento afecta las
descargas neuronales
En el experimento participaron
personas de diferentes edades que sufrían epilepsia. Estas personas se
mantuvieron despiertas durante toda la noche, para generar el típico cansancio
que se produce por la falta de descanso.
Al día siguiente les pidieron que
clasificaran una serie de imágenes lo más rápido posible. La tarea era muy
sencilla ya que solo necesitaban diferenciar las imágenes de rostros de
personas, animales y lugares.
Mientras lo hacían, una serie de
electrodos que habían implantado en su cerebro para detectar el origen de sus
crisis epilépticas captaban las descargas neuronales en tiempo real. De hecho,
debemos recordar que para poder interpretar cualquier tipo de estímulo proveniente
del medio, las neuronas necesitan conectarse entre sí, enviando señales que
deben ser recibidas y decodificadas por otras neuronas creando una gran red en
el cerebro.
Los investigadores se centraron
en las neuronas del lóbulo temporal ya que es la zona del cerebro relacionada
con la percepción visual y la memoria. Comprobaron que a medida que aumentaba
el cansancio, disminuía la capacidad de las personas para clasificar las
imágenes.
Lo interesante es que las
descargas neuronales también disminuían su ritmo, las neuronas tardaban mucho
más en recibir y transmitir los mensajes. Además, las señales de transmisión
eran mucho más débiles, como si hubiesen perdido potencia.
De hecho, otro estudio realizado
en la Universidad de Wisconsin sugiere que esas neuronas incluso pueden llegar
a “desconectarse” por completo. La falta de sueño y el cansancio hacen que
grupos de neuronas de la corteza se duerman, literalmente.
¿Cómo se produce el cansancio
cerebral?
Cuando estamos cansados, las
tareas cotidianas demandan un esfuerzo 10 veces mayor y podemos sentir una
especie de niebla mental que nos impide pensar con claridad. Sin embargo, no solo
se ralentiza nuestro funcionamiento cognitivo sino que el cansancio cerebral
incluso puede crear falsos recuerdos.
Así lo comprobaron investigadores
de la Universidad de California, quienes les pidieron a un grupo de personas
que vieran fotos de un supuesto crimen y leyeran un informe en el que se
contradecían esas imágenes. Las personas más agotadas fueron más propensas a
crear una historia ficticia, recordando solo los datos del informe y
descartando las imágenes, que eran pruebas más fehacientes.
Esto se debe, entre otros factores,
a que la falta de sueño y el cansancio hacen que el cerebro pierda sus filtros.
Los filtros son los que nos ayudan diferenciar la información relevante de
aquella que no lo es, permitiéndonos mantenernos focalizados en lo que
realmente importa. Así lo comprobaron neurocientíficos de la Universidad de
Pensilvania con neuroimagen funcional, quienes apreciaron que el agotamiento y
la falta de sueño afectan las sinapsis de las neuronas de las regiones
frontales y parietales involucradas en el control, así como las que se
encuentran en las áreas de procesamiento secundario de la información sensorial
y el tálamo.
Según una teoría de
neurocientíficos de la Universidad de Gotemburgo, el problema se debe a que
cuando perdemos esos filtros debido al cansancio cerebral, se activan regiones
más amplias de la corteza. Se produce una actividad más inespecífica, como se
puede apreciar en las imágenes a continuación.
El problema es que esa gran
activación, sumada al cansancio, conduce a un fenómeno de bloqueo. Las neuronas
simplemente no logran “mantener el ritmo” y se desconectan. En algunos casos,
ese proceso puede dar pie a la muerte neuronal.
Esto significa que deberíamos
tomarnos mucho más en serio el sueño y el descanso. No se trata únicamente de
ser más productivos sino también de cuidar la salud de nuestro cerebro.
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