09 marzo 2020

LA ENVIDIA: ES EL SENTIMIENTO MALIGNO QUE CORROE POR DENTRO



psicología/ desarrollo personal                                                                 
LA ENVIDIA: ES UN SENTIMIENTO 


psicología/ desarrollo personal                                                                 
LA ENVIDIA: ES EL SENTIMIENTO MALIGNO QUE CORROE POR DENTRO
La envidia es una emoción que implica desear lo que otra persona tiene, ya sea en lo referente a las posesiones materiales o en lo que respecta al éxito social, familiar o profesional. Básicamente, envidiar es anhelar lo que el otro posee. El objetivo final siempre es el mismo: tener más de lo que se tiene, ya sea en el plano material o emocional.
Obviamente, el hecho de envidiar es negativo porque nos coloca en la posición del insatisfecho. Cuando envidiamos algo también estamos asumiendo que no lo tenemos (o al menos no en la medida que desearíamos) y, por tanto, nos estamos sintiendo infelices por ello.
La envidia también implica asumir una actitud de queja que poco a poco nos va destruyendo. De hecho, a menudo las personas que envidian se encierran en un círculo de apatía total. Es decir, la envidia ni siquiera se convierte en un motor impulsor de su comportamiento, el objeto deseado no se traduce en objetivos a alcanzar sino simplemente en una actitud de queja constante por lo que no se tiene.
Por otra parte, para la persona que siente constantemente envidia, el tiempo y su propia personalidad comienzan a languidecer ya que se orientan casi exclusivamente en lo que tienen y hacen los otros. Estas personas dejan de soñar, de tener sus propias metas para dedicarse a vivir a través de los demás. 
Obviamente, de más está decir que no tendrás una segunda oportunidad para volver a vivir esta vida. Por eso, la mejor alternativa es deshacerse de la envidia, superar esa sensación de sentirse inferior y desear todo lo que tienen los otros.
¿Cómo combatir la envidia?
1. Acepta que sientes envidia. Ya sé que puede parecer una verdad de Perogrullo pero lo cierto es que muchas personas envidiosas no aceptan este sentimiento. Siempre he considerado que aceptar la existencia de un problema es el primer paso para solucionarlo. De otra forma solo estarías escarbando en la superficie.

2. Si miras el éxito del otro, mira también su fracaso. A menudo las personas que sienten envidia se concentran exclusivamente en los éxitos de los otros, sin mirar todo el esfuerzo que ha tenido que hacer la persona y los fracasos que han antecedido. Obviamente, se trata de una visión muy limitada de la realidad, una perspectiva tan limitada que ronda lo irreal.
3. Busca los aspectos negativos. A veces nos dejamos cegar por el éxito pero no nos damos cuenta de que a su alrededor también coexisten numerosos aspectos negativos. Por ejemplo, ¿sabías que la mayoría de las personas que ganan millones en la lotería terminan en la pobreza más absoluta? 
4. Pregúntate si realmente lo necesitas. Hay una diferencia sustancial entre necesitar y desear pero a menudo lo olvidamos. Hay cosas que nos gustaría tener pero que realmente no necesitamos.

5. Concéntrate en ti. Focalízate en desarrollar tus capacidades, esta es la única vía segura al éxito y la felicidad. QUE CORROE POR DENTRO
La envidia es una emoción que implica desear lo que otra persona tiene, ya sea en lo referente a las posesiones materiales o en lo que respecta al éxito social, familiar o profesional. Básicamente, envidiar es anhelar lo que el otro posee. El objetivo final siempre es el mismo: tener más de lo que se tiene, ya sea en el plano material o emocional.
Obviamente, el hecho de envidiar es negativo porque nos coloca en la posición del insatisfecho. Cuando envidiamos algo también estamos asumiendo que no lo tenemos (o al menos no en la medida que desearíamos) y, por tanto, nos estamos sintiendo infelices por ello.
La envidia también implica asumir una actitud de queja que poco a poco nos va destruyendo. De hecho, a menudo las personas que envidian se encierran en un círculo de apatía total. Es decir, la envidia ni siquiera se convierte en un motor impulsor de su comportamiento, el objeto deseado no se traduce en objetivos a alcanzar sino simplemente en una actitud de queja constante por lo que no se tiene.
Por otra parte, para la persona que siente constantemente envidia, el tiempo y su propia personalidad comienzan a languidecer ya que se orientan casi exclusivamente en lo que tienen y hacen los otros. Estas personas dejan de soñar, de tener sus propias metas para dedicarse a vivir a través de los demás. 
Obviamente, de más está decir que no tendrás una segunda oportunidad para volver a vivir esta vida. Por eso, la mejor alternativa es deshacerse de la envidia, superar esa sensación de sentirse inferior y desear todo lo que tienen los otros.
¿Cómo combatir la envidia?
1. Acepta que sientes envidia. Ya sé que puede parecer una verdad de Perogrullo pero lo cierto es que muchas personas envidiosas no aceptan este sentimiento. Siempre he considerado que aceptar la existencia de un problema es el primer paso para solucionarlo. De otra forma solo estarías escarbando en la superficie.

2. Si miras el éxito del otro, mira también su fracaso. A menudo las personas que sienten envidia se concentran exclusivamente en los éxitos de los otros, sin mirar todo el esfuerzo que ha tenido que hacer la persona y los fracasos que han antecedido. Obviamente, se trata de una visión muy limitada de la realidad, una perspectiva tan limitada que ronda lo irreal.
3. Busca los aspectos negativos. A veces nos dejamos cegar por el éxito pero no nos damos cuenta de que a su alrededor también coexisten numerosos aspectos negativos. Por ejemplo, ¿sabías que la mayoría de las personas que ganan millones en la lotería terminan en la pobreza más absoluta? 
4. Pregúntate si realmente lo necesitas. Hay una diferencia sustancial entre necesitar y desear pero a menudo lo olvidamos. Hay cosas que nos gustaría tener pero que realmente no necesitamos.
5. Concéntrate en ti. Focalízate en desarrollar tus capacidades, esta es la única vía segura al éxito y la felicidad.

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