Psicología Desarrollo
personal
IDEAS PARACONVERTIR LOS PROBLEMAS EN OPORTUNIDADES
IDEAS PARACONVERTIR LOS PROBLEMAS EN OPORTUNIDADES
De
hecho, en realidad la causa más común de los problemas no radica en la
diferencia de criterios o motivaciones sino en la incapacidad para encontrar un
punto en común, en la negación a ceder. Obviamente, estas posturas producen
malentendidos, disgustos y peleas.
Sin
embargo, los problemas no son necesariamente negativos, podemos convertirlos en
oportunidades para aprender, para crecer como personas y para desarrollar la
flexibilidad. Los problemas nos permiten adentrarnos en perspectivas diferentes
a la nuestra y ampliar nuestra mente. También pondrán a prueba
nuestras habilidades sociales y nos ayudarán a ser más empáticos y
asertivos. Por supuesto, para obtener estas ventajas, es importante saber
manejar los problemas.
5 ideas para aprender a manejar
los problemas y sacar provecho
1. Reconoce y valora los aspectos
importantes para la otra persona. Cuando
estamos en presencia de un problema es fundamental discriminar cuál es el
aspecto que nos ha llevado a esa contradicción. No se trata del problema de
base sino de la discrepancia que nos impide ponernos de acuerdo. Una vez que
hayas detectado cuál es la verdadera causa del problema, intenta comprender por
qué es importante para la otra persona. Por un minuto, ponte en su lugar, asume
su perspectiva y haz tuyos sus valores. Solo así podrás entender el verdadero
alcance del problema.
2. Mantén bajo control las
emociones. Las emociones son
un arma de doble filo ya que, en ocasiones, sobre todo cuando nos enfrentamos a
un problema, nos juegan malas pasadas al tomar el mando y hacernos decir o
hacer cosas inapropiadas. Por eso, para convertir un problema en una
oportunidad es fundamental que aprendas a manejar tus emociones. Por supuesto, no siempre es fácil
tomar el mando emocional, en esos casos, lo mejor es que postergues la
conversación. Explícale a la otra persona que en esos momentos no estás en la
mejor disposición para resolver un problema y que será mejor que aplacéis el
asunto hasta que puedas enfrentarlo con más calma y la mente despejada. De la
misma forma, si notas que tu interlocutor está demasiado exaltado, hazlo notar
y pídele postergar la conversación.
3. Muestra una actitud positiva,
abierta a diferentes soluciones. A
menudo las personas se parapetan en su posición y no quieren oír hablar de
alternativas que no sean las que ellos proponen. Esta actitud
defensiva solo servirá para
que tu interlocutor se encierre a su vez, en un búnker. Como resultado, no
lograréis avanzar. Por eso, lo mejor es acudir al problema con una actitud
abierta, dispuesta al diálogo y, sobre todo, con la meta de alcanzar una
solución que sea satisfactoria para ambos. Al final, esta actitud se reflejará
en tus gestos y palabras y terminará por hacer que todo fluya con mayor
facilidad.
4. Maximiza la empatía. No basta con que comprendas racionalmente al otro,
también es importante que entiendas sus motivos y sus sentimientos, sobre todo
cuando se trata de un problema con personas a las que te unen lazos afectivos.
Remontarte atrás en el tiempo y recordar sus experiencias de vida seguramente
te ayudará a comprender por qué se siente de determinada manera. Por supuesto,
también es importante que seas capaz de despertar la empatía. Pídele a la otra
persona que se ponga en tu lugar y explícale cómo te sientes.
5. Sé proactivo. No decidir es peor que tomar una mala decisión. Los problemas
interpersonales suelen generar una gran carga emocional que acarrea
consecuencias en el plano personal y social. Por eso, evadirlo casi nunca es la
mejor solución ya que solo te traerá preocupaciones y estrés. Después de que
hayas sopesado los pros y los contras, decídete a enfrentar el problema. Quizás
no logres solucionarlo a la primera, pero al menos estarás dando pasos para
buscar una alternativa.
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