PSICOLOGÍA/ANSIEDAD SECUNDARIA: LA ANSIEDAD QUE GENERA VIVIR
CON ANSIEDAD
- Si
las punzadas de la ansiedad te generan más ansiedad, si experimentas
pánico cuando sientes el corazón acelerado y cada vez temes más a los
síntomas ansiosos, es probable que estés sufriendo lo que se conoce como
“ansiedad secundaria”. O sea, tu ansiedad te está generando más ansiedad.
- Todos
hemos experimentado ansiedad en algún momento de nuestras vidas, pero
normalmente podemos lidiar con esa sensación de aprensión y tensión. Sin
embargo, cuando no logramos gestionar esas reacciones y comenzamos a
temerles, corremos el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad que
se autoalimenta, generando un bucle en el cual la ansiedad se convierte
tanto en causa como en consecuencia.
- ¿Qué
es la ansiedad secundaria ?
- El
término “secundario” se utiliza para describir un problema que surge como
resultado de una condición primaria. En el caso de la ansiedad secundaria,
esta se origina del temor a la ansiedad, específicamente debido al manejo
inadecuado de la meta ansiedad, que es todo lo que pensamos sobre nuestra
ansiedad y lo que sentimos respecto a esas sensaciones.
- De
hecho, en muchos casos el trastorno de ansiedad no es el problema
principal sino secundario. Un estudio realizado en la Escuela de Medicina
de Harvard desveló que el 40% de los casos de trastornos de ansiedad
generalizada corresponden a una ansiedad secundaria.
- En
la práctica clínica, el gabinete PsicoAbreu, conformado por un grupo
de psicólogos en Málaga especializados
en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, confirma que en muchos de
los casos de ansiedad que acuden a consulta, la ansiedad secundaria tiene
un papel protagónico en la instauración y mantenimiento del trastorno.
- Los
5 peligros que encierra la ansiedad secundaria
- Como
apuntó Daniel Defoe, “el peso de la ansiedad es mayor que el mal que
provoca”. La ansiedad secundaria puede llegar a ser muy
discapacitante afectando la calidad de vida de quien la sufre.
- La
ansiedad secundaria intensifica las emociones desagradables. Todo
aquello a lo que te resistes, persiste. La resistencia a la ansiedad
también agrava el problema que se encuentra en su base. Cuanto más te
preocupes por sentirte ansioso y más le temas a los síntomas, más
combustible le añadirás a esas emociones desagradables, generando un
malestar mayor.
- La
ansiedad secundaria da pie a otros trastornos. La meta ansiedad
puede causar otros problemas psicológicos. De hecho, la ansiedad
secundaria tiene una mayor comorbilidad que la ansiedad primaria. Se ha
constatado que las personas que padecen ansiedad secundaria son más
propensas a sufrir agorafobia, estrés postraumático, depresión mayor y
abuso de sustancias.
- La
ansiedad secundaria perfila un futuro gris. Si crees que no
puedes gestionar tus emociones, estarás alimentando una profecía que se
autocumple. Dado que la ansiedad existe en el futuro, en el mundo de las
posibilidades, anclarte a la creencia de que no puedes hacer nada para
mejorar la ansiedad, te hará entrar en un callejón sin salida que
alimentará un estado de indefensión en el que crece la ansiedad.
- La
ansiedad secundaria erosiona la autoconfianza. Temer a tus
emociones y pensar que escapan de tu control terminará afectando la imagen
que te has formado de ti mismo. Es probable que empieces a pensar que no
eres capaz de recuperarte y, por ende, ni siquiera lo intentarás, cerrando
un círculo vicioso en el que cada vez te sientes más atrapado y con menos
alternativas.
- La
ansiedad secundaria te impide comprender el mensaje primario. La
meta ansiedad hace que te centres demasiado en el miedo, desviando tu
atención de la situación que generó el cuadro primario. Eso significa que
te resultará más difícil descubrir su causa. Considera que la ansiedad es
una señal que te indica que tienes algún problema que debes solucionar. La
meta ansiedad hará que te vayas por las ramas, impidiéndote llegar a la
raíz del problema.
- ¿Cómo
se instaura la ansiedad secundaria?
- La
ansiedad secundaria es el resultado del miedo y la preocupación por los
síntomas ansiosos y la consecuente resistencia a ellos. Si has sufrido un
ataque de pánico, por ejemplo, sabrás que no es una experiencia agradable.
- De
repente el corazón se desboca, la respiración se acelera y se hace más
entrecortada, experimentas sudores fríos, puedes sentir mareos y sufres un
miedo tan intenso que el cerebro se “apaga”. A esos síntomas sumamente
desagradables se le suma la incertidumbre por no saber qué está
sucediendo.
- Cuando
finalmente superas el episodio, es probable que te atenace un temor: ¿Y si
me ocurre de nuevo?
- Ese
miedo desencadena un mecanismo de hipervigilancia. En práctica, se desata
una especie de “paranoia” que te lleva a prestar más atención a los
pequeños cambios que puedan avisarte de que vas a sufrir otro ataque de
ansiedad. Eso puede hacer que malinterpretes pequeñas señales fisiológicas
totalmente normales, lo cual desencadenará otro ataque de pánico, esta vez
autoprovocado.
- Ese
estado de escrutinio constante aumenta además la ansiedad basal; o sea,
comienzas a vivir con los nervios a flor de piel, tensos, a la espera de
que ocurra algo negativo de un momento a otro. Ese estado termina
complicando y agravando el cuadro ansioso de manera significativa,
actuando como un catalizador de la ansiedad crónica.
- ¿Cómo
eliminar la ansiedad secundaria?
- Temer
a la ansiedad no es útil. Ese miedo no solo agrava la experiencia
ansiógena sino que también genera una gran debilidad. Por supuesto, nadie
se propone conscientemente autosabotearse, la ansiedad secundaria es una
reacción normal a las situaciones que nos asustan. Eso significa que no
hay que sentirse culpables, pero debemos comprender que ese miedo solo
empeora la experiencia.
- Para
eliminar la ansiedad secundaria hay que actuar en tres niveles: físico,
emocional y racional.
- A
nivel físico. Los síntomas de la ansiedad provocan intensas
reacciones a nivel fisiológico, pero si detectas rápidamente los primeros
signos, podrás gestionarlos antes de que empeoren. Aprender ejercicios de
respiración, por ejemplo, te ayudará a calmarte rápidamente.
- Diferentes
estudios, entre ellos uno realizado en la Universidad de Warwick, han
comprobado que las oscilaciones respiratorias conducen a la modulación y/o
sincronización de la frecuencia cardíaca y las ondas cerebrales a través
de un mecanismo que involucra al sistema nervioso autónomo. La práctica de
yoga, meditación y mindfulness también te ayudará a
disminuir la ansiedad basal, de manera que cada vez tendrás que
preocuparte menos por la ansiedad.
- A
nivel emocional. “Nuestra ansiedad no proviene de pensar en el
futuro, sino de querer controlarlo”, dijo Kahlil Gibran. Es importante
que seas conscientes de que la resistencia alimenta el conflicto y las
emociones desagradables. Aceptar la ansiedad, al contrario, disminuirá
esas emociones.
- No
debes ver la ansiedad como un enemigo a batir sino como un aviso de un
problema o conflicto que necesitas resolver. La ansiedad forma parte de la
vida, no siempre podrás evitarla, y aunque a veces puede ser una
experiencia desagradable, tu manera de afrontarla determina cuán dañina
puede ser.
- A
nivel racional. William James dijo: “La mejor arma contra el
estrés es nuestra capacidad para elegir un pensamiento en vez de otro”.
Así como los pensamientos disfuncionales alimentan la ansiedad, los
pensamientos adaptativos la disminuyen. Ser consciente de tu narrativa te
ayudará a comprender cómo tus pensamientos están perpetuando la
ansiedad.
- Analiza
una experiencia reciente de ansiedad y recuerda los pensamientos que
pasaron por tu mente justo antes, durante y después
de ese episodio. Si esos pensamientos alimentaban el miedo, la
ansiedad y la evitación, eran disfuncionales. Una estrategia para
cambiarlos y colocar en su lugar otros más funcionales consiste en
desafiarlos, analizando su racionalidad. Por ejemplo, si tu corazón se
acelera, en vez de pensar que estás a punto de morir, puedes calmarte
pensando que se trata de un síntoma de la ansiedad que puedes gestionar.
- A
veces, gestionar la ansiedad puede ser complicado, por lo que es necesario
pedir la ayuda profesional de un psicólogo. Ten en cuenta que cuanto antes
recibas tratamiento, más fácil será eliminar o incluso prevenir la
ansiedad secundaria. No esperes a que el problema se instaure.
- Fuentes:
- Perry,
S. et. Al. (2019) Control of heart rate through guided high-rate
breathing. Scientific Reports; 9: 1545.
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