psicología desarrollo personal
EFECTO MARCO: TUS DECISIONES DEPENDEN DE SI VES EL VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO
EFECTO MARCO: TUS DECISIONES DEPENDEN DE SI VES EL VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO
Todos, lo queramos o
no, sufrimos sesgos cognitivos. Se trata de fenómenos psicológicos generalmente
involuntarios que distorsionan la manera en que procesamos la información y
nuestro pensamiento, de manera que nos llevan a realizar interpretaciones
ilógicas y juicios imprecisos. ¿El resultado? Sacamos conclusiones erróneas y
tomamos malas decisiones. Uno de los sesgos cognitivos que más impacta en
nuestras decisiones es el efecto marco.
¿Cómo evitamos o abrazamos el riesgo según el encuadre?
Corría el año 1981
cuando dos psicólogos, Amos Tversky y Daniel Kahneman estudiaron
cómo la manera en que se presenta la información influye en nuestras
decisiones. En uno de sus experimentos, pidieron a los participantes que
eligieran entre dos opciones para 600 personas afectadas por una enfermedad
mortal. Las alternativas fueron presentadas con un encuadre positivo
(cuántas personas vivirían), o con un encuadre negativo (cuántas personas
morirían).
Por ejemplo, el
tratamiento A se presentaba de manera positiva indicando que “salvaría 200
vidas” y de manera negativa señalando que “400 personas morirán”. El
tratamiento B se presentaba de manera positiva indicando que “existía un 33% de
posibilidades de salvar a las 600 personas y un 66% de posibilidades de no
poder salvar a nadie” o de manera negativa indicando que “existía una
probabilidad del 33% de que ninguna persona muera y un 66% de probabilidad de
que las 600 personas mueran”.
El 72% de las
personas eligió el tratamiento A cuando se lo presentaron bajo un encuadre
positivo (salvaría 200 vidas), pero solo el 22% lo eligieron cuando se presentó
con un encuadre negativo (morirían 400 personas).
Este y otros
experimentos similares que se realizaron posteriormente demostraron que muchas
de nuestras decisiones están profundamente sesgadas por la manera en que se nos
presenta la información. Tenemos una tendencia a evitar el riesgo
cuando se nos presenta un marco positivo, pero somos más
propensos a apostar por el riesgo cuando tenemos
delante un marco negativo.
De hecho, otro
estudio realizado en la Universidad del Noroeste descubrió que más personas
apoyan una política económica que enfatice en la tasa de empleo que esa misma
política que resalte las tasas de desempleo. Eso significa que el efecto marco
no solo influye en las decisiones importantes que tomamos en nuestra vida, sino
que también nos vuelve más manipulables a nivel social, inclinándonos más en
una dirección que en otra.
¿Qué es el efecto marco?
Cuando nos
enfrentamos a un problema, en una situación ideal, nuestra decisión no debería
verse afectada por la manera en que se describe el mismo sino tan solo por las
variables intrínsecas a la situación. Si realizamos juicios en base a una
información irrelevante, seremos más propensos a cometer errores y violar la
lógica.
El efecto marco,
también denominado efecto de encuadre o priming, sin embargo, es un sesgo
cognitivo que nos lleva a decidir entre diferentes opciones según la manera en
que se nos presentan sus consecuencias positivas o negativas. Como resultado,
no analizamos la situación de manera objetiva, sino que damos más peso a
algunos factores según la manera en que nos los han expuesto.
Cuanto más envejecemos, más sesgados somos
Aunque solemos asociar
la vejez a la sabiduría y, por ende, a una mejor toma de decisiones, la ciencia
demuestra que no siempre es así. Un estudio realizado en la Universidad de
Virginia Occidental reveló que el efecto marco se agudiza a medida que
avanzamos en la vida.
Este sesgo cognitivo
es más común en los adultos mayores que en adultos más jóvenes o los
adolescentes debido a que a medida que envejecemos adoptamos estrategias
cognitivas menos exigentes a la hora de tomar decisiones y solemos depender más
de la información de fácil acceso, independientemente de si esta es relevante o
no para la decisión que debemos tomar.
Además, a medida que
pasan los años nos vemos más influenciados por los marcos emocionales y
morales, lo cual nos lleva a dar más peso a estos factores que a la lógica, de
manera que los encuadres positivos o negativos desempeñan un papel más
importante en esas decisiones. Esa tendencia a decidir de manera más rápida,
confiando en pequeñas pistas y en los patrones de pensamiento que hemos
desarrollado, puede hacer que tomemos decisiones dejándonos llevar por factores
intrascendentes y nos deja más vulnerables a la manipulación.
¿Cómo superar el efecto marco para tomar decisiones más
racionales?
- Reformula
el problema. “La
formulación de un problema suele ser más importante que su solución”,
apuntó Einstein y no andaba desacertado. Para superar el sesgo que
representa el efecto marco a veces solo necesitamos reformular la
situación. Es conveniente verla desde los dos puntos de vista, teniendo en
cuenta tanto el lado negativo como el positivo. Así podremos tomar una
decisión más racional.
- Asume
una distancia psicológica. Convertirse
en una especie de observador externo te permitirá asumir una postura más
imparcial. Al poner a un lado las emociones podrás valorar mejor la
situación desde el punto de vista cognitivo, lo cual te permitirá analizar
sus pros y contras. Curiosamente, un estudio realizado en la Universidad
de Chicago encontró que pensar en un idioma extranjero elimina el efecto
de encuadre, probablemente debido a que nos permite asumir una distancia
emocional y cognitiva de la situación.
- Activa
el pensamiento. El efecto
marco se debe, en gran parte, a la pereza mental o la avaricia cognitiva.
En la mayoría de los casos no queremos molestarnos e invertir tiempo y
esfuerzo en analizar todos los factores, por lo que preferimos tomar
decisiones más rápido. No siempre es negativo, en algunos casos puede hacer
que seamos más eficaces y obtengamos más resultados con menos esfuerzo,
pero no siempre es así. Cuando debemos tomar decisiones importantes
necesitamos desactivar ese mecanismo de pensamiento automático y verificar
concienzudamente la situación. Eso significa plantearnos preguntas, buscar
más información y tomarnos más tiempo para reflexionar en nuestra
respuesta.
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