psicología/ tratamientos psicológicos
LA CATARSIS EMOCIONAL
LA CATARSIS EMOCIONAL
La catarsis
es una liberación emocional que nos ayuda a liberar los conflictos
inconscientes. De hecho, el término proviene de la palabra griega “katharsis”,
que significa “purificación” o “limpieza”. En Psicología, la catarsis implica
una especie de purga emocional, de manera que podemos restaurar nuestro
equilibrio psicológico. Se trata de un proceso intenso e íntimo que suele ser
liberador ya que no solo expresamos contenidos que habíamos reprimido sino que
les damos un nuevo sentido, los incorporamos en nuestra historia de vida y
logramos pasar página.
¿Qué es
la catarsis emocional según el psicoanálisis?
El término
catarsis se remonta a la Antigua Grecia, si bien adquirió protagonismo en la
Psicología de la mano de Sigmund Freud y Josef Breuer. Este último desarrolló
un tratamiento psicológico que denominó catártico para abordar la histeria. La
terapia consistía en hacer que los pacientes recordaran experiencias
traumáticas mientras estaban bajo hipnosis. Breuer descubrió que cuando las
personas expresaban las emociones que habían reprimido durante tanto tiempo,
experimentaban un alivio de sus síntomas.
Freud
también creía que la catarsis emocional podía desempeñar un papel importante en
el alivio de los síntomas vinculados a la angustia. Según su teoría
psicoanalítica, la mente humana se compone de tres elementos clave: el
consciente, el subconsciente y el inconsciente. En la mente consciente se
encuentra todo lo que conocemos. El subconsciente contiene cosas de las que no
somos totalmente conscientes pero que podemos concienciar si le prestamos la debida
atención. Por último, el inconsciente es la parte de la mente que contiene la
gran reserva de pensamientos, sentimientos y recuerdos que están fuera de
nuestra conciencia, generalmente con una gran carga emotiva.
Freud
pensaba que muchos conflictos y traumas se esconden en el inconsciente, desde
donde siguen ejerciendo su influjo sobre nuestras decisiones, comportamiento y
bienestar. Por eso recurría a técnicas psicológicas como la interpretación de
los sueños y la asociación libre para acceder a esos contenidos. Definió la
catarsis como “El proceso mediante el cual reducimos o eliminamos un
conflicto al activarlo en la conciencia y permitir que se exprese”.
Desde esta
perspectiva, la catarsis sería un darse cuenta de cosas que nos están dañando
pero que operan por debajo del umbral de la conciencia. De hecho, en el
psicoanálisis actual la catarsis se considera como la descarga de los efectos
vinculados a eventos traumáticos que habían sido reprimidos, devolviéndolos a
la conciencia para volver a experimentarlos y deshacerse de su influjo negativo
o limitante.
Esto
significa que, si bien la catarsis encierra un poderoso componente emocional,
también tiene un fuerte componente cognitivo que nos permite adquirir nuevos
conocimientos o perspectivas asumiendo y dejando atrás esas heridas
emocionales. Por tanto, la catarsis emocional: – Nos hace sentir
mejor liberando las emociones negativas y, – Conduce a un cambio positivo
en nuestro “yo” permitiéndonos integrar esos contenidos reprimidos.
¿Por qué
es importante expresar las emociones?
La sociedad
suele ejercer un papel represor sobre las emociones. Está mal visto que
expresemos las emociones “negativas”, de manera que se fomenta su represión, lo
cual nos lleva a sepultarlas en lo más profundo del inconsciente.
Sin embargo,
la expresión emocional forma parte de un “yo” maduro y equilibrado. Cada
emoción que experimentamos y expresamos forma parte de nuestra esencia. Gracias
a ellas podemos conocernos mejor. Las emociones actúan como brújulas que nos
indican instantáneamente reacciones de agrado o rechazo, por lo que nunca se
deben reprimir, solo es necesario aprender a expresarlas asertivamente.
Una emoción
reprimida terminará generando un conflicto que se enquistará en el
inconsciente, simplemente porque no hemos procesado el mensaje de esa emoción y
no la hemos utilizado adaptativamente. Al contrario, asimilar las emociones,
sobre todo las emociones “negativas”, nos permitirá comprenderlas y usarlas a
nuestro favor para crecer.
¿Hacer
catarsis siempre es beneficioso?
Al pasar a
formar parte del vocabulario popular, la catarsis se ha desdibujado. Muchos
piensan, por ejemplo, que hacer catarsis para liberar la ira significa dar
golpes a la almohada o encerrarse en una habitación a gritar. Se ha demostrado
que este tipo de recursos expresivos es contraproducente e ineficaz a largo
plazo.
Un estudio
muy interesante realizado en la Universidad Estatal de Iowa analizó cuál era la
mejor estrategia para ventilar la ira. Estos psicólogos pidieron a un grupo de
personas enojadas que golpearon un saco de boxeo y pensaron en la persona que
los había enojado y a otros les pidieron que pensaran en que se estaban
poniendo en forma. Un tercer grupo se quedó sentado en una habitación, sin
más.
Luego, a
todos les dieron la oportunidad de administrar fuertes ráfagas de ruido a la
persona que los había enojado. Se descubrió que las personas que habían
golpeado el saco de boxeo pensando en quien los había enojado no solo seguían
estando muy enojadas sino que también se comportaron de manera más agresiva. Al
contrario, quienes más se calmaron fueron los que se quedaron sentados
tranquilamente.
La
ventilación física de las emociones puede ayudar y tener un pequeño efecto catártico,
pero es necesario ir un paso más allá. Si la mera catarsis física fuera una
práctica constructiva, la labor de los psicólogos sería mucho más sencilla.
Para curar y resolver los conflictos no basta con actuar y experimentar, es
necesario trabajar a nivel conceptual con la imagen del “yo”.
Eso
significa que para lograr el cambio positivo que se persigue con la catarsis es
necesario reflexionar sobre esas emociones, de manera que podamos integrarlas
en nuestro autoconcepto.
También hay
que tener en cuenta que la única emoción que se ventila con la catarsis no es
la ira. La tristeza que experimentamos después de la pérdida de un ser querido,
cuando se reprime, sigue doliendo. Al contrario, cuando se expresa se supera
más rápido. Se ha demostrado que llorar es catártico,
casi siempre. De hecho, la catarsis en Psicología se usa fundamentalmente para
aliviar el dolor y el sufrimiento asociados a un trauma.
Un estudio
realizado en la Universidad de Illinois descubrió que la catarsis provoca
cambios a nivel fisiológico que pueden ayudarnos a encontrar el equilibrio
emocional más rápidamente. Estos psicólogos apreciaron que ventilar las
emociones genera una disminución de la presión arterial y cambia el ritmo de la
respiración, lo cual podría ayudarnos a calmarnos. De hecho, cuando estamos
enojados respiramos a un ritmo diferente que cuando estamos tranquilos o
tristes. Cada emoción tiene su ritmo de respiración, de manera que cuando
cambia nuestro estado mental, nuestra respiración cambia inmediatamente. Por
tanto, regulando nuestra respiración también podemos controlar las
emociones.
¿Cómo
hacer catarsis para generar un cambio positivo duradero?
1.
Conecta con tus sentimientos. Ante todo, es vital que aceptes todas tus emociones
y sentimientos. Debes evitar la idea de que existen emociones “negativas”
que no deberías experimentar. Todas las emociones son válidas y no te hacen
peor ni mejor persona. No es lo que sientes sino cómo lo canalizas. Por tanto,
no intentes reprimir ni luchar contra esas emociones. Conecta con ellas para
que escuches el mensaje que deben transmitirte. A veces, detrás de la ira se
esconde la tristeza, por ejemplo, o la sensación de impotencia. Pero no podrás
resolver el conflicto si te desconectas de tus emociones.
2. Busca
la forma de hacer catarsis que funciona para ti. Lo que puede ser catártico para
algunos no lo es para otros. Por tanto, debes encontrar la estrategia de
expresión emocional que mejor funciona para ti. No siempre es necesario ni
recomendable golpear una almohada, llevar un diario terapéutico puede
ser una forma de exorcizar tus problemas. El arte también es una excelente
herramienta catártica.
3. No te
olvides del elemento cognitivo. La catarsis está compuesta por dos aspectos: la
liberación emocional que generalmente tiene un fuerte componente somático y el
elemento cognitivo, que implica la reflexión sobre lo ocurrido. Si te limitas a
la liberación emocional te habrás quedado a medio camino. Es necesario que
reflexiones sobre el origen de esas emociones que te perturban y, sobre todo,
que encuentres una vía para expresarlas de manera asertiva, sin hacerte daño y
sin dañar a los demás.
Por último,
pero no menos importante, no fuerces tu ritmo de curación. A veces algunos
contenidos se esconden en el inconsciente porque no tenemos las herramientas
psicológicas necesarias para afrontarlos y sacarlos a la conciencia sería
extremadamente doloroso. Asume la catarsis como un proceso terapéutico de
autosanación y autoaceptación en el que cada día irás dando pequeños
pasos.
Fuente:
Verona, E.
& Sullivan, E. A. (2008) Emotional Catharsis and Aggression Revisited:
Heart Rate Reduction Following Aggressive. Emotion; 8(3):
331–340.
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