17 marzo 2019
LOS ESTILOS DE PRODUCTIVIDAD: ¿CUÁL ES EL TUYO?
Psicología /desarrollo personal *
“Si te encuentras a bordo de un
barco con fugas crónicas, es probable que la energía destinada a los botes
salvavidas sea más productiva que la dedicada a parchear las fugas”, dijo
Warren Buffett. El genio de las inversiones sabe muy bien que nuestro tiempo y
atención son recursos muy valiosos, por lo que es importante utilizarlos
inteligentemente para lograr ser más productivos y eficaces.
De hecho, ¿sabías que la mayoría de
las personas reconocen que dedican el 40% de su tiempo a tareas que no son
importantes o que son absolutamente irrelevantes? Sin embargo, muchos no saben
exactamente cómo están perdiendo el tiempo.
La clave radica en el
autoconocimiento, saber cuáles son nuestras fortalezas y debilidades nos
permitirá sacar a la luz lo mejor de nosotros con el menor esfuerzo. Por eso,
es importante que identifiques cuál es tu estilo de productividad.
Los estilos productivos
La psicóloga especializada en productividad
Carson Tate definió tres estilos de productividad en base a su experiencia
empírica basándose en cómo las personas aprenden, se comunican y toman
decisiones.
1. Priorizador
En este estilo de productividad
predomina la lógica y el análisis. Se trata de una persona que asume una
actitud crítica, analítica y realista. Intenta buscar hechos y datos en base a
los cuales tomar decisiones y priorizar las tareas.
Para ser más eficiente, esta persona
calculará el tiempo que le lleva completar ciertas tareas y planificará su
jornada. En práctica, su enfoque es similar al de un rayo láser: se concentra
en un objetivo, sin dispersarse. Su comunicación es similar: escueta y al
grano, enfocada en resolver los problemas.
Su fuerza radica en la capacidad
para identificar los detalles importantes. Esta persona suele organizar tan
bien el trabajo antes de comenzar que una vez que pone manos a la obra no
necesita gastar tiempo y energía en pensar cómo completar las tareas porque se
limita a seguir el plan.
¿El punto débil? Esta persona suele
ser demasiado controladora, rígida y competitiva. A menudo tienen problemas
para gestionar los imprevistos y pueden atascarse en la toma de decisiones
cuando no cuentan con todos los datos necesarios.
2. Planificador
A primera vista este estilo de
productividad se parece al del priorizador, pero en realidad el planificador se
sumerge aún más profundo en los detalles del proyecto que debe realizar.
Mientras que el priorizador solo se centra en los aspectos esenciales para
completar el proyecto de manera rápida y precisa, el planificador analiza cada
detalle, incluso los más intrascendentes.
Un priorizador se sentirá bien al
final de la jornada si terminó las tareas más importantes, un planificador
necesita terminar el mayor número de tareas posible porque se centra más en la
cantidad de trabajo, sin discriminar según su relevancia.
El planificador brilla por su
pensamiento organizado, secuencial, planificado y detallado. Es una persona que
no se limita a planificar el viaje, el alojamiento, las atracciones y los restaurantes,
sino que también busca el mejor medio de transporte y calcula el tiempo que se
dedicará a cada actividad planificando cada detalle de la jornada.
Tienene buenos planes de acción y
les dan seguimiento. Su comunicación es igual, muy detallada y precisa,
incluyendo siempre la letra pequeña.
¿El punto débil? Se trata de una
persona poco espontánea, que puede perder oportunidades debido a su resistencia
a desviarse de los planes.
3. Visualizador
Este estilo de productividad es
diametralmente opuesto a los demás. El visualizador tiene un pensamiento
holístico, intuitivo, integrador y sintetizador. Suele ser una persona innovadora
y creativa que funciona mejor bajo presión y que a menudo provoca cambios
positivos allí donde va.
Esta persona no suele planificar a
largo plazo, tiene una idea general de los proyectos y se lanza a probar sus
ideas, por lo que van valorando las posibilidades sobre la marcha. Se enfoca en
conceptos más generales y suele hacer malabarismos con diferentes proyectos que
lleva a la vez pues de lo contrario se aburre fácilmente.
Su comunicación suele reflejar esa
visión holística, por lo que generalmente hablan de grandes proyectos y
conectan diferentes conceptos integrándolos bajo una nueva perspectiva que
genera nuevas oportunidades.
¿El punto débil? Tienen la tendencia
a pasar por alto los detalles y su excesiva espontaneidad e impulsividad les
puede jugar malas pasadas haciendo que cometan errores de cálculo.
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