7 CONSEJOS PARA ELIMINAR EL HÁBITO DE COMERSE LAS COMERSE LAS UÑAS
Psicología/Tratamientos Psicológicos7 CONSEJOS PARA ELIMINAR EL HÁBITO DE COMERSE LAS COMERSE LAS UÑAS ¿Te muerdes las uñas? Si es así, no
estás solo, comerse las uñas es un hábito bastante común. La onicofagia, que es
el nombre que se le da a este acto, es mucho más usual de lo que podrías
imaginar ya que afecta al 45% de los niños y a un 10% de los adultos. Sin embargo, el problema de comerse
las uñas no es meramente estético. Por ejemplo, se ha apreciado que los niños
que padecen onicofagia tienen más dificultades para desarrollar sus habilidades
sociales. También se conoce que el mordisqueo continuo provoca
microtraumatismos que dañan el lecho ungueal y terminan afectando el
crecimiento normal de la uña. Además, generan dolor e inflamación en el dedo, a
la vez que aumentan las probabilidades de contraer hongos. La onicofagia también puede provocar
desgaste en los dientes y, cuando se mantiene a lo largo del tiempo, incluso
puede dar lugar a una mala oclusión de los dientes anteriores. Además, cuando
la persona no solo se muerde las uñas, sino que también las ingiere, existe el
riesgo de destrucción alveolar y de sufrir daños en el aparato digestivo. Comerse las uñas también tiene
consecuencias a nivel psicológico. Esta persona no solo experimenta un
fuerte sentimiento de culpa, sino que a menudo piensa que no es capaz
de controlar sus impulsos, como resultado, su autoestima se afecta y pierde la
confianza en sí misma. El principal problema es que el
deseo de dejar de comerse las uñas provoca más tensión y ansiedad, agravando
así el cuadro. De hecho, se ha podido apreciar que la onicofagia es más común
cuando la persona atraviesa por situaciones de estrés, nerviosismo o
insatisfacción. ¿Cómo dejar de comerse las uñas? Ante todo, es importante que
comprendas que comerse las uñas es un hábito, y un hábito no es más que un
comportamiento aprendido. De hecho, algunos niños comienzan a morderse las uñas
para imitar a alguien. En otros casos, el hábito empieza de
manera inconsciente, ya sea porque la persona estaba aburrida o porque se sentía
nerviosa. En ese momento, comerse las uñas se convierte en una válvula de
escape, el cerebro asocia ese comportamiento con algo positivo, que permite
liberar la ansiedad y por eso, la persona continúa mordiéndose las uñas. Por supuesto, existen diferentes
tipos de hábitos. En vez de hacer referencia a hábitos “positivos” y
“negativos”, es mejor hablar de hábitos funcionales, que nos ayudan a
desenvolvernos mejor en nuestro día a día, y hábitos disfuncionales o
desadaptativos, que nos causan problemas. Obviamente, comerse las uñas se
puede convertir en una patología, puede dar lugar a una dependencia patológica
que la persona no puede manejar y que limita su vida. En esos casos, es muy
difícil abandonar ese hábito sin la ayuda de un profesional que vaya guiando
tus pasos. Sin embargo, si se trata de un hábito que aún no ha adquirido estas
proporciones, es probable que puedas eliminarlo siguiendo estos pasos. 1. Propóntelo de verdadPuede parecer una verdad de Perogrullo,
pero hay personas a las que el hábito de comerse las uñas no les provoca una
molestia real. En esos casos, no existe un compromiso con el cambio porque no
se experimenta una necesidad urgente de eliminar ese hábito. De hecho, en
algunos casos comerse las uñas puede reportar un alivio de la ansiedad tal que,
al colocarlo en una balanza, la persona prefiere continuar manteniendo ese
hábito en vez de esforzarse por eliminarlo. Por supuesto, ese mecanismo no
siempre se hace consciente, por lo que es importante que escudriñes dentro de
ti y te preguntes si realmente quieres dejar de comerte las uñas. Si es así,
debes asumir un compromiso contigo mismo. 2. No intentes evitar el deseo de
comerte las uñasA primera vista puede parecer un contrasentido,
pero intentar suprimir el deseo de comerse las uñas simplemente no funciona.
Cuando intentamos suprimir una sensación o un pensamiento de nuestra mente, se
activa un proceso de autovigilancia que nos lleva a pensar aún más en la idea
que queremos apartar, es lo que se conoce como “efecto rebote”. Por tanto, no
te focalices en eliminar el deseo de morderte las uñas, en su lugar, busca un
“hábito substituto”. 3. Crea un nuevo hábitoLa forma más sencilla y fácil de
modificar un hábito es colocar en su lugar uno nuevo, que sea más productivo y
funcional. Por ejemplo, si quieres eliminar ese bocadillo que comes a mitad de
mañana, debes apostar en su lugar por comerte una manzana o por hacer una
pequeña caminata. Sin embargo, si solo eliminas el bocadillo y no creas un hábito
más saludable en su lugar, muy pronto volverás a la vieja costumbre.
Obviamente, elegir un hábito saludable es fácil, lo difícil es ponerlo en
práctica. En este sentido, puedes usar uno de
los ejercicios más eficaces que propone la PNL para cambiar hábitos y que se
denomina “swish”. Básicamente, se trata de que imagines que estás a punto de
comerte las uñas. Mira esa escena en primera persona y concéntrate en las
sensaciones que experimentas justo cuando estás a punto de llevarte las uñas a
la boca. Después, cambia la escena, imagina que estás haciendo otra cosa, como
meter las manos en los bolsillos, y mírate desde fuera, como un espectador
externo. Imagina que estás tranquilo y sereno, que tienes el control.Repite este ejercicio varias veces
y, mientras cambias la imagen, haz un pequeño sonido: “swish”. Ese sonido te
servirá en otras ocasiones como conexión, para que logres calmarte cuando estás
a punto de comerte las uñas. En práctica, se trata de crear una conexión
automática con un estado de bienestar, de manera que no cedas a la compulsión. 4. Usa señales visualesUn estudio realizado en el Instituto
Tecnológico de Israel demostró que las señales visuales son muy útiles para
dejar de comerse las uñas. Estos psicólogos trabajaron con 80 personas que
padecían onicofagia. La mitad de ellas fue sometida a una terapia aversiva
tradicional, mientras que la otra mitad utilizó recuerdos visuales no
removibles. Al cabo de cinco meses se pudo apreciar que las personas que usaban
las señales visuales obtenían mejores resultados.Este método es particularmente
eficaz para quienes se comen las uñas de manera automática, sin darse cuenta,
pero tienen un buen autocontrol. De hecho, se trata de buscar una señal visual
que nos recuerde que no debemos mordernos las uñas. Puede ser pintarse las uñas
de un color intenso o incluso llevar un brazalete. La idea es que cuando estés
a punto de llevarte las uñas a la boca, veas la señal de advertencia e
interrumpas ese gesto de manera consciente.5. Rompe la estructuraUna técnica muy eficaz para dejar de
comerse las uñas es hacerlo de forma sistemática. Se trata de un método propio
de la Psicología Inversa en el cual, el objetivo es precisamente,
morderse las uñas. En práctica, puedes darte vía libre,
con la condición de que te muerdas las uñas siguiendo un orden, primero el dedo
meñique, luego el anular y así sucesivamente. Cuando lo hagas, te resultará muy
extraño. De hecho, mientras más raro sea, mejor, porque se trata de insertar un
orden en un hábito que no es estructurado. De esta forma, es como si
introdujeras una bomba dentro del hábito, para que explote desde el interior.
Debes repetirlo varias veces, hasta
que llegue un momento en que te resulte tan extraño, que llega a ser
desagradable. La mayoría de las personas abandona el hábito rápidamente, por lo
que se trata de una técnica muy eficaz. No obstante, si después de un tiempo
prudencial (dos semanas) notas que no funciona, es mejor que la abandones y
optes por otra estrategia.6. Presta atención al contextoLa onicofagia se alimenta de la
ansiedad y el desequilibrio emocional. Por eso, es importante que además de
poner en práctica diferentes técnicas que te permitan controlar ese hábito,
también trabajes en tu contexto. Si logras eliminar algunos de los estresores
cotidianos, estarás allanando el camino. De hecho, a menudo las cosas que más
nos estresan no son los grandes problemas sino las pequeñas preocupaciones
cotidianas. Aprender técnicas de relajación y afrontamiento del
estrés no solo será beneficioso para dejar de comerse las uñas sino también
para mejorar tu calidad de vida. Además, es conveniente que le
prestes atención a los estímulos que suelen disparar ese hábito. A menudo las
personas se muerden las uñas cuando están delante del televisor, mientras leen
o justo antes de hacer una presentación. Debes prestarle atención al contexto
ya que encontrarás señales que disparan el hábito, en esos casos, es conveniente
evitar esos estímulos.
7. Monitoriza los progresos y
felicítate A menudo la onicofagia es un
problema asociado al perfeccionismo. Muchas de las personas que se comen las
uñas se someten a sí mismas a un gran estrés porque quieren obtener resultados
impecables. Estas personas suelen mantener un diálogo muy negativo consigo
mismas, un diálogo interior marcado por los reproches. Sin embargo, si quieres
lograr cambios positivos en tu vida, más que blandir el látigo contra ti mismo,
es mejor que aprendas a recompensarte y sentirte satisfecho con tus logros, por
pequeños que sean.
Al intentar cambiar un hábito, habrá
momentos en que pierdas la motivación, por eso es importante que monitorices
tus progresos. Una estrategia muy sencilla consiste en tomar fotos de tus
manos, para que puedas ir notando los progresos. De esta forma, podrás apreciar
los cambios después de una semana o de 15 días. Entonces, felicítate por lo que
has logrado y date un pequeño capricho. Recuerda que el niño que llevas dentro
también necesita palabras de apoyo y palmaditas en la espalda.
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