Frases motivadoras
DE VIRGINIA WOOLF SOBRE LA VIDA, LA SOCIEDAD Y LA
AUTENTICIDAD
Considerada como una de las mujeres más poderosas del siglo
XX, según la revista Time, la escritora británica Virginia Woolf también es una
de las figuras más destacadas del modernismo literario.
Hija de un académico y una modelo, Virginia Woolf nació el
año 1882 en un Londres donde imperaban los convencionalismos sociales y que
silenciaba la voz de las mujeres. Su infancia, adolescencia y juventud no
fueron precisamente un mar de rosas. Tuvo que soportar un núcleo familiar
extremadamente represivo, la muerte de sus padres e incluso los abusos sexuales
de dos de sus hermanastros. Como resultado, no es extraño que luego la
escritora padeciera problemas emocionales, probablemente un trastorno bipolar
que luego la condujo al suicidio, cuando tenía 59 años.
En su primera novela de 1915, “Fin de viaje”, ya se atrevió
a criticar duramente los esquemas de la época abordando cuestiones como la
ignorancia sexual, las dificultades en las relaciones entre hombre y mujer y el
lugar que estos ocupan en la sociedad. Más tarde, en 1929, publicó “Una
habitación propia”, el ensayo que daría alas al movimiento feminista de los
años ’70.
En esa obra, Woolf exponía las dificultades con las que
tenía que lidiar una mujer para escribir en un mundo dominado por los hombres.
Otra obra trascendental para el feminismo donde también hace referencia a los
terribles efectos psicológicos de la guerra fue La señora Dalloway, que se
convirtió en un retrato de la desigualdad social imperante.
Las mejores frases de Virginia Woolf
1. No hay necesidad de apresurarse. No hay necesidad de
brillar. No es necesario ser nadie más que uno mismo.
Virginia Woolf nos alertaba del peligro de querer
impresionar a los demás y esforzarnos por cumplir con los cánones ajenos. Nos
alertaba del riesgo de caer prisioneros de las expectativas que otros han
tejido para nuestra vida. A todo ello antepone la autenticidad, la búsqueda de
quienes somos.
2. Los ojos de los demás son nuestras cárceles, sus
pensamientos nuestras jaulas.
Con esta frase, la escritora hace referencia al enorme
influjo que ejerce la sociedad en cada uno de sus individuos, hasta el punto de
que las normas y expectativas sociales pueden transformarse en cárceles para
quienes no siguen sus cánones.
3. Un Yo que sigue cambiando es un Yo que continúa
viviendo.
Las experiencias nos transforman, no solo cambian nuestros
puntos de vista, sino que transforman nuestra personalidad. Un “yo” que se
queda atado a sus prejuicios, estereotipos y creencias es un “yo” que no vive,
que se encuentra anclado en el pasado sin progresar.
4. Para disfrutar de la libertad, tenemos que
controlarnos a nosotros mismos.
Esta frase de Virginia Woolf nos remonta directamente a la
idea de que nuestra libertad termina donde comienza la libertad del otro. Por tanto,
si queremos ser libres, debemos comenzar por respetar la libertad de los demás,
y ser capaces de controlarnos.
5. Sea sincero, y el resultado seguramente será
increíblemente interesante.
La sociedad que le tocó vivir a Virginia Woolf era
increíblemente hipócrita, por lo que no es extraño que la escritora estuviera
obsesionada con la necesidad de ser sinceros.
6. Más allá de la dificultad de expresarse uno mismo,
existe la suprema dificultad de ser uno mismo.
Virginia Woolf se refería al hecho de que muchas personas no
se conocen lo suficiente, han dejado que la sociedad les ponga demasiadas
máscaras sociales detrás de las cuales se han perdido.
7. No puedes encontrar paz evitando la vida.
Para Virginia Woolf no fue fácil vivir, pero si alguien
sabía que era necesario hacer las paces con el pasado era ella. No podemos
seguir adelante y aspirar a la tranquilidad emocional si no hemos cerrado las
viejas heridas y no estamos dispuestos a volver a herirnos mientras saboreamos
de la vida.
8. No dejemos de pensar: ¿qué es esta ‘civilización’ en
la que nos encontramos? ¿Cuáles son estas ceremonias y por qué deberíamos
participar en ellas? ¿Cuáles son estas profesiones y por qué deberíamos hacer
dinero con ellas?
Con esta frase la escritora nos anima a seguir buscando y
cuestionándonos las cosas, incluso esas que siempre se han hecho así, las
tradiciones más arraigadas y las creencias más antiguas. No debemos olvidar que
a veces nos convertimos en prisioneros de tradiciones que han perdido su razón
de ser.
9. No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas
imponer a la libertad de mi mente.
Esta frase de Virginia Woolf nos recuerda la férrea voluntad
que también mostró Viktor Frankl cuando lo encerraron en los campos de
concentración y luego nos recordó que la única libertad que no pueden arrebatarnos
es la libertad de elegir la actitud con la que enfrentamos las circunstancias.
10. Todo es efímero, como el arcoíris.
La sensación de seguridad y de que todo es permanente es tan
solo una ilusión. Darnos cuenta de ello al inicio provoca incertidumbre y hasta
temor, pero luego nos alienta a abrazar el presente, que es lo único cierto que
tenemos. Hay que recordar que las cosas y las personas que amamos un día ya no
estarán, nos permite ser más conscientes del enorme regalo que es su presencia.
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