Psicología Infantil
CUANTAS MENOS COSAS HAGA UN JUGUETE, MÁS COSAS HARÁ LA MENTE
DEL NIÑO
Por supuesto, no se
trata de privar a los niños de los juguetes ya que estos no solo son una fuente
de diversión sino también de aprendizaje, pero debemos tener presente que como
regla general mientras más cosas haga un juguete, menos hará la mente del niño.
El juego libre es esencial durante la infancia, por lo que los padres y
maestros deben proporcionar a los pequeños más juguetes que estimulen su
fantasía y creatividad, en vez de apostar por juguetes híper tecnológicos que promuevan
un juego demasiado estructurado.
La importancia del juego libre en un mundo estructurado
al milímetro
En el juego, los
niños ponen a prueba muchas habilidades que son fundamentales para su
desarrollo, desde habilidades físicas y manuales hasta habilidades cognitivas y
sociales. También desarrollan sus habilidades emocionales, mientras juegan los
niños aprenden cómo regular su miedo e ira y, por tanto, desarrollan el
autocontrol emocional, algo que luego le servirá para mantener la calma en
situaciones amenazantes de la vida real.
Las actividades
estructuradas, como los deportes, los juegos de mesa con reglas y los juguetes
tecnológicos, también son herramientas de desarrollo útiles, pero no cumplen la
misma función que el juego libre. El juego libre está centrado en el niño, es
iniciado por el niño y controlado por el niño, no requiere la participación de
los adultos. Por tanto, ese juego es fluido; los niños determinan y controlan
las reglas, deciden cómo juegan y cómo evoluciona el juego. Eso hace que las
reglas cambien a medida que evoluciona la actividad, lo cual significa que es
un proceso espontáneo e intrínsecamente gratificante para los niños, que solo
juegan por la diversión, centrándose plenamente en el aquí y ahora.
El juego libre
también demanda que los niños cambien y se ajusten a las nuevas circunstancias.
De hecho, ese es uno de sus principales beneficios: contribuye a desarrollar la
flexibilidad cognitiva, la adaptabilidad y la capacidad de respuesta. Las
investigaciones demuestran que el juego libre estimula las capacidades
creativas y la habilidad para resolver problemas a largo plazo. Al eliminar
este tipo de juego poniendo reglas y estableciendo límites, disminuyen estas
experiencias.
En el juego libre no
estructurado los niños no solo ponen a prueba sus habilidades para adaptarse a
las circunstancias cambiantes, sino que además desarrollan sus habilidades
sociales y de resolución de conflictos, aprendiendo a escuchar las necesidades
de los demás y hacer valer las suyas. En esa negociación constante necesitan
alcanzar un equilibrio para que el juego continúe, lo cual también les obliga a
ponerse en el lugar del otro y desarrollar la empatía y las habilidades de
comunicación. Para seguir jugando, ambos niños deben sentirse satisfechos, lo
cual les obliga a ceder un poco, de manera que aprenden a solucionar los
conflictos desde técnicas ganar-ganar.
Por último, pero no
menos importante, el juego libre libera su imaginación, de manera que buscan
maneras creativas para entretenerse y aprenden a lidiar con el aburrimiento sin
sentirse frustrados. Se ha demostrado que el aburrimiento ocasional es un
potente motor impulsor de la creatividad, además de servir a los niños para que
aprendan a gestionar su tiempo libre.
Por eso, ahora que se acerca la temporada de regalos, si quieres elegir un juguete realmente desarrollador, la clave radica en que sea sencillo. A continuación, podrás encontrar algunos ejemplos.
Por eso, ahora que se acerca la temporada de regalos, si quieres elegir un juguete realmente desarrollador, la clave radica en que sea sencillo. A continuación, podrás encontrar algunos ejemplos.
7 juguetes que estimulan la fantasía y la creatividad
infantil
1. Rompecabezas Magnético
Se trata de un
juguete educativo ideal para los niños mayores de 3 años, ya que contiene
piezas pequeñas. Está compuesto por 100 piezas que los niños pueden organizar a
su gusto para formar diferentes escenarios. Lo interesante es que, aunque se
trata de un rompecabezas, deja espacio a la creatividad y, mientras los niños
intentan “encajar” las piezas, van aprendiendo a dibujar los muñecos en la
misma pizarra.
2. Bloques magnéticos de construcción
Se trata de piezas
magnéticas muy fáciles de unir con las que los niños podrán dar vida a sus
ideas en 3D. Este conjunto en especial consta de 72 piezas, algunas
triangulares y otras cuadradas, y sus colores brillantes están pensados para
llamar la atención de los más pequeños, ya que se puede usar a partir de los 3
años de edad, estimulando su creatividad hasta límites insospechados. Por
supuesto, los imanes son seguros y sostienen muy bien las estructuras que se
construyan.
3. Tubos flexibles
Se trata de uno de
los juguetes más sencillos y originales que he visto en los últimos tiempos.
Está compuesto por tubos flexibles y accesorios para permitir que el niño pueda
crear todo tipo de figuras originales. Dado que lo pueden usar a partir de los
3 años, con la supervisión de un adulto, permite comenzar a explorar las formas
y más adelante, a medida que crezca, podrá crear figuras más complejas en 3D.
Es uno de esos juegos que crece junto con el niño y de los que nunca se aburren
ya que todo lo que necesitan es ingenio para darle vida a nuevas formas.
Piezas de construcción
. Tablero de setas
6. Bonches
Este juego de
ensamblaje está causando furor entre los más pequeños ya que el único límite es
su fantasía. Está recomendado para niños de más de 6 años ya que está compuesto
por piezas de plástico de diferentes colores que se unen fácilmente por
contacto gracias a unos ganchos alargados que funcionan como si fueran velcros.
Este paquete tiene 1000 piezas de diferentes colores e incluye desde ojitos
hasta gafas, sombreros y alas, para que los niños puedan crear cualquier
personaje que imaginen.
7. Bolas Magnéticas de Descompresión
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