psicología desarrollo personal PASOS PARA ELIMINAR LA BASURA EMOCIONAL
1-Pensamientos
positivos o negativos, tú eliges
Los pensamientos
negativos generan una enorme cantidad de malestar, y su
manifestación común es la ansiedad. Los pensamientos positivos, en cambio,
provocan todo lo contrario a nivel emocional. Así, con afirmaciones positivas,
lograremos modificar el pensamiento a través del uso del
lenguaje. Se trata de que te creas lo que te dices, no solo que te quedes con
las palabras: “me quiero”, “me valoro”, “soy capaz” … Hay que animarse a
potenciar aquello que quieres atraer y tu pensamiento abrirá el camino emocional
que te ayudará a alcanzarlo.
2. Creando expectativas,
acumulando frustraciones
Tendemos a fijarnos
demasiado en lo que consideramos que nos hace falta, y esto nos dificulta
poner atención en lo que somos, sentimos y pensamos en nuestro
día a día. No podemos saber lo que va pasar de aquí a cinco años, pero sí
podemos gestionar adónde queremos llegar dando pequeños pasos desde el hoy. La
mejor manera de no excedernos en nuestras expectativas será establecer pocas
y a corto plazo, al hacerlas alcanzables ganaremos confianza.
3. La actitud
determina el estado de ánimo
¿Alguna vez has
tenido la sensación de vivir un día pésimo desde que te levantas hasta que te
acuestas? o, por el contrario, ¿no te ha pasado que de repente sientes que te
comes el mundo y que todo lo que acontece a tu alrededor parece estar en sincronía
contigo? Lo que determina uno u otro es la actitud con la que nos
enfrentamos a él. Cuanto más optimistas seamos a la hora de interpretar lo
que nos pasa, mejor valoración haremos de nosotros mismos (autoestima) y mejor
adaptación al medio tendremos. Por tanto, toda actitud positiva comienza por
tener una autoestima saludable.
4. Voluntad sin
acción es papel mojado
Cuando nos sentimos
decaídos, lo primero que perdemos es la voluntad. “Sabiendo que la voluntad es
nuestra capacidad para decidir si realizar un determinado acto
o no, ¿por qué escoger quedarse en la oscuridad pudiendo ver la luz? Para tener
una buena predisposición a la acción voluntaria la experta aconseja
ser receptivo, priorizar los pasos, visualizar positivamente aquello que queremos
que suceda.
5. Salir de la zona
de confort
Definiendo zona
de confort como todo aquello que nos rodea y con lo que nos
sentimos cómodos. ¿Cómo salir de la zona de confort? Molina aconseja al
respecto explorar nuevos horizontes y dejar que la vida nos sorprenda. Perder
el miedo a avanzar, a descubrir nuevos mundos y buscar oportunidades que
nos aporten nueva sabiduría. Cuando decidimos explorar más allá de los límites
que nos autoimpusimos empezamos a entrar en lo que se conoce como la “zona de
aprendizaje”.
6. Quiero, puedo, me
lo merezco
Tenemos que tener claro que
lo que nos define no son las opiniones positivas que los demás puedan tener o
las críticas a las que nos veamos expuestos, sino la valoración que
hacemos de nosotros mismos. Es decir, de la autoestima.
7. Autoestima:
camino al bienestar
Para hacer que
mejore, la psicóloga recomienda que “nos aceptemos, tengamos confianza plena en
lo que hacemos, nos cuidemos a nosotros mismos, seamos autosuficientes
emocionales, aprendamos a poner límites, realicemos autocrítica
constructiva, sepamos que somos los únicos responsables de lo que nos pasa, nos
dediquemos un momento al día solo para nosotros, y apostemos por el
sentido del humor, entre otras muchas cosas que podemos hacer”.
8. Aceptación, pero
no olvido
No se olvida, se
supera. Superamos relaciones, miedos, malestares,
frustraciones, pérdidas y heridas emocionales. Eso sí, el dolor es inevitable,
pero el sufrimiento es opcional y pensar constantemente en borrar nuestros
recuerdos negativos no hará más que hacerlos más conscientes. Por eso para que
un malestar se supere no podemos negar que exista.
9. Críticas,
¿constructivas o destructivas?
Lo que diferenciará
que una crítica sea catalogada de constructiva o destructiva será la intención
con la que se dice, las palabras que se escogen y la manera de decirla.
Pero por muy destructiva que sea la crítica, si no se le da importancia,
no se vivirá como una ofensa. Asimismo, cuando seamos nosotros los que
formulemos la crítica, no debemos ser apresurados a la hora de opinar, debemos
dejar claro el aprecio, basarla en el respeto, y expresarla en el
momento adecuado, además de ser conscientes de que el otro
tiene derecho a réplica.
10. La comunicación,
por último, como base del equilibrio emocional
Resulta imprescindible saber
comunicarnos, entendernos y comprendernos los unos a los otros. Una buena o
mala comunicación puede marcar la diferencia entre tener una vida feliz o
tenerla llena de problemas. Para que la comunicación sea
efectiva y emocionalmente sana partiremos de las siguientes
premisas: Tendremos la actitud adecuada, nos centraremos en un tema en
concreto, escucharemos con atención, nos expresaremos de forma clara y directa,
diremos lo que pensamos y sentimos, aceptaremos la opinión del
otro, no daremos nada por supuesto, preguntaremos, y seremos coherentes con lo
que decimos y lo que expresamos de una manera no verbal.
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