psicología /desarrollo personal LA
FELICIDAD ES UNA DECISIÓN PERSONAL
Podrías decirme que eso es una actitud conformista,
para algunos puede parecer una tontería, pero si lo vemos bien: ¿no se
gana más con ser positivo que con ser negativo? Somos capaces de ser
felices a partir de que tomamos la decisión de serlo, cuando asumimos que
contra todo lo que pueda ocurrir, siempre habrá algo que nos importe, que nos
motive, que nos haga felices en alguna medida y “en alguna medida” es mejor que
nada ¿o no?
Son tiempos convulsos, las cuentas
pueden amargarnos los días y el amor no es algo que podamos
tener bajo control. El amor es quizá lo que más infelicidad
puede causarnos, ya sea porque nos sentimos incomprendidos por la persona a la
que amamos o porque nos hemos dado cuenta de que pasa el tiempo y no
encontramos a nuestra "media naranja". En realidad, no existe tal cosa,
la soledad también es algo que podemos dejar de lado, podemos sentirnos muy
solitarios en medio de una multitud, pero también podemos trabajar para
sentirnos completos con la sola exploración de nosotros mismos. Somos tan
felices como queramos serlo.
Es increíble cuánto influye nuestra mente en
nuestros sentimientos, cuando decidimos cambiar lo que falla en nuestras relaciones, cuando
nos percatamos de que el amor es algo complicado, que no debemos
intentar cambiar a nadie sino amar porque en ello encontramos nuestra propia
dicha; es cuando de verdad nos acercamos a la felicidad. Cuando podemos sonreír
incluso si las cosas van mal porque en realidad todo cambiará en algún
momento, entonces ya hemos hecho un gran avance para sentirnos felices.
Si el amor llega, ¿por qué nos empeñamos
en encontrarle defectos a la relación o a la persona? Cuando pensamos en
nuestra propia vulnerabilidad podemos enfrentar el hecho de que no hay nadie
perfecto y que podemos ser felices con las imperfecciones. Y si el amor no llega,
¿por qué empeñarnos en sentirnos amargados? El amor ocurre como casi todo, de
manera imprevista, quizá debamos prestar más atención a nuestro alrededor, a
veces miramos sin percibir, y lo que buscamos puede estar más cerca de lo que
creemos.
Hoy ya ha amanecido, el día es gris
y podría pensar que no hay cosa peor en el mundo. Sin embargo, en mi
caso el otoño suele ser la mejor de las temporadas aunque, lo
confieso, por momentos me provoca nostalgia, siempre tenemos algún
recuerdo o alguna pérdida que un día sin sol se empeña en recordarnos.
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