21 enero 2020
TÉCNICAS DE VISUALIZACIÓN PARA COMBATIR LAS OBSESIONES
Psicología/Tratamientos
Psicológicos
Por desgracia, combatir las
obsesiones no es sencillo, no existe una fórmula mágica que borre de un plumazo
esas ideas molestas. De hecho, a menudo ocurre un fenómeno curioso: mientras
más intentamos evitar los pensamientos indeseados, más se intensifican ya
que el sistema de auto vigilancia que ponemos en práctica es totalmente
contraproducente. Por eso, llega un momento en que sentimos que esos
pensamientos se adueñan de nuestra mente y no sabemos cómo detenerlos. ¿Qué podemos
hacer?
1. Volver
sobre la línea
Una buena estrategia para eliminar
las obsesiones consiste en imaginar que nuestra mente es una línea recta, como
si fuese una carretera, y los pensamientos son un coche que se mueve por esa
línea. Cuando tengas una idea indeseada que te obsesiona, imagina cómo el coche
sale de la carretera, directo a la cuneta y se queda detenido allí por algún
tiempo.
Es importante que imagines esta
situación con la mayor cantidad de detalles posibles por lo que quizás tendrás
que tomarte tu tiempo. Después, simplemente retoma tu camino como si no hubiese
sucedido nada, notarás que los pensamientos obsesivos dejan de molestarte. Es
probable que al inicio te resulte difícil imaginar todos los detalles, pero con
la práctica irás mejorando y lograrás controlar las obsesiones con mayor
rapidez.
2.
Detenerse
Otra estrategia, mucho más sencilla,
consiste en imaginar una gran señal de STOP en el camino. Imagina que estás
caminando por un sendero, una vez más, intenta que la imagen sea lo más vívida
posible. Intenta recrear los detalles del camino. En cierto punto, comienzas a
divisar una señal de alto, a medida que te acercas esta va siendo más grande y
roja. Sabes que cuando llegues a ese punto, todos los pensamientos que te molestan
tendrán que detenerse.
Continúas caminando y te detienes
cuando llegas a la señal, sintiendo como todo a tu alrededor está tranquilo.
Una vez que te hayas contagiado de esa serenidad, puedes continuar tu camino,
dejando allí los pensamientos indeseados.
3. Dejar
fluir
En esta oportunidad, imagina un río
que fluye rápidamente y se extiende ante tu mirada llevando consigo las hojas
de los árboles cercanos. Visualízate sumergido en el río. No pases a la
siguiente fase hasta que no hayas visualizado bien el río y su entorno, hasta
que no sientas que estás allí realmente. Puedes recrear todos los detalles que
necesites para hacer que la experiencia sea más real.
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