PSICOLOGÍA
LAS CUALIDADES MÁS IMPORTANTES DE UN PSICÓLOGO
7 CUALIDADES DE UN BUEN PSICÓLOGO
LAS CUALIDADES MÁS IMPORTANTES DE UN PSICÓLOGO
7 CUALIDADES DE UN BUEN PSICÓLOGO
La labor del psicólogo puede llegar a ser estresante, agobiante y, no siempre es todo lo satisfactoria que desearía. Al estar en contacto con personas que suelen tener problemas para gestionar sus emociones o que viven conflictos graves, este profesional necesita una preparación especial y no solo en lo que respecta a las técnicas de diagnóstico y tratamiento sino en el manejo de sus propias emociones, frustraciones e impulsos.
Por eso se enfatiza tanto en las cualidades de un psicólogo
y también por eso normalmente se realizan pruebas de actitud antes de entrar en
la carrera, pruebas que evalúan las potencialidades que el aspirante tiene en
el plano de las relaciones humanas y del autocontrol.
¿Cuáles son las cualidades más importantes de un
psicólogo?
1. Autocontrol emocional. Probablemente se trata de
la cualidad más importante, al menos desde el punto de vista del equilibrio
mental del profesional ya que esta característica le permite regular sus
emociones de manera asertiva e independientemente de lo que suceda en la
consulta. Por supuesto, el autocontrol emocional no implica que determinados
hechos no impacten en el psicólogo porque, al fin y al cabo, es una persona con
emociones y un pasado, sino que le permite regular sus sentimientos delante de
la persona, para no responder echándose a llorar o enfadándose. El autocontrol
emocional también sirve para generar confianza en el paciente ya que este
percibe al terapeuta como una persona estable en quien apoyarse.
2. Empatía. El psicólogo no solo debe sentir simpatía
por la persona que tiene delante, debe ir un paso más allá y ponerse en su
lugar para sentir lo que siente y pensar cómo piensa. Solo de esta forma puede
ayudarle realmente ya que así logra comprender la magnitud del problema que la
persona está viviendo. De hecho, a nivel de laboratorio se ha podido apreciar
que los cerebros de las personas que son muy empáticas reaccionan de la misma
manera que el de quienes están viviendo el problema en carne propia. Es como
cuando leemos un libro y nos metemos tanto en la piel del personaje que
sentimos su misma frustración, dolor o tristeza. Si el psicólogo no logra ser
empático, es probable que minimice el problema motivo de consulta o que aplique
técnicas inadecuadas.
3. Apertura mental. Las personas confían en el
psicólogo por lo que a menudo le cuentan hechos que van en contra del sistema
de creencias y valores del profesional. En esos casos, el psicólogo debe tener
la suficiente apertura mental como para comprender por qué una persona se
comporta de determinada manera y debe ser lo suficientemente tolerante como
para aceptar esas conductas. Cuando el psicólogo no logra aceptar a la persona
que tiene delante, enviará señales extra verbales de rechazo y, tarde o
temprano, estas serán detectadas por el paciente, que no se sentirá cómodo y
probablemente abandonará la terapia.
4. Introspección. Se trata de una de las cualidades
del psicólogo a la que menos se hace referencia pero es una de las más
importantes. A través del proceso de introspección el psicólogo no solo logra
reequilibrar sus estados emocionales y comprender sus impulsos y deseos sino
que también se acerca aún más al mundo de la psiquis. La introspección, el
quedarse a solas consigo mismo, es la piedra angular del crecimiento personal
pero también es una llave para descubrir cómo funciona la mente.
5. Paciencia. La psicoterapia a menudo es un proceso
largo donde ocurren retrocesos. Al contrario de lo que muchos piensan, los
retrocesos de los pacientes también afectan al psicólogo ya que aunque este
sabe que forman parte del proceso, también le llevan a cuestionarse el método
empleado o incluso sus capacidades para afrontar el caso. Por eso, y porque no
siempre es fácil lidiar con algunos comportamientos que pueden sacar de sus
casillas a cualquiera, la paciencia es una cualidad esencial de la que todo
psicólogo debe hacer gala.
6. Integridad. El psicólogo debe inspirar confianza
de manera que las personas se sientan cómodas contándoles sus problemas que
probablemente no se han atrevido a desvelarle a nadie. Esta sensación de
confianza se puede crear a partir de pequeños detalles, que van desde los
movimientos corporales del terapeuta hasta la decoración de la consulta, pero
la base es el sistema de valores del psicólogo. Cuando una persona nota que el
profesional es seguro de sí, que se conoce bien a sí mismo, que tiene claras
sus metas y que es congruente con lo que piensa, depositará su confianza y se
abrirá.
7. Habilidades comunicativas. La palabra es el principal
medio de trabajo del psicólogo pero las habilidades comunicativas no se
restringen a esta. El psicólogo debe ser, ante todo, un buen oyente, debe
mantenerse atento al lenguaje corporal de las personas para poder descifrarlo y
debe transmitir a través de su gestualidad, mucha confianza y tranquilidad.
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