05 junio 2019


psicología / Desarrollo Personal   COMER MENOS: LA ESTRATEGIA PARA ADELGAZAR                                                                      

La mayoría de las personas que se ponen a dieta para adelgazar se preguntan cómo comer menos. Obviamente, se necesita de una buena dosis de fuerza de voluntad, pero existen diferentes trucos psicológicos que ayudan a comer menos y a no consumir calorías en exceso.
Lo cierto es que la inmensa mayoría de las personas come de forma automática. Por ejemplo, cuando están viendo un filme echan mano a cantidades exorbitantes de palomitas de maíz. Pues bien, ahora un nuevo estudio puso bajo el microscopio nuestros hábitos alimenticios y mostró cómo estos pueden romperse.
Los investigadores reclutaron a un total de 158 personas que debían ver filmes o videos musicales en una habitación de la universidad o en un cine. A todos les dieron palomitas de maíz, solo que a un grupo se le dieron las palomitas rancias y a otros frescas. Vale aclarar que algunos de los participantes eran consumidores habituales de palomitas y otros no.
Lo curioso fue que los consumidores habituales de palomitas de maíz comieron mucho, sin importar la calidad de las mismas e incluso cuando afirmaron que las mismas no eran muy buenas. Sin embargo, se apreció otra peculiaridad: las personas comieron más en el cine que en la habitación de la universidad. Según los investigadores, estos resultados demuestran que los hábitos están estimulados por el contexto (en este caso el cine) y son inmunes a ciertas circunstancias como el hambre o la calidad de los alimentos.
Posteriormente los investigadores llevaron a cabo un segundo experimento, prácticamente idéntico al primero excepto por el hecho de que a la mitad de las personas se les pidió que comiesen las palomitas de maíz con su mano no dominante; es decir, si eran diestros, debían tomar las palomitas para llevárselas a la boca con su mano izquierda.
Esta simple manipulación obstruyó la ejecución automática del hábito de comer cuando se ve un filme. Así, se pudo apreciar que las personas que usaron su mano no dominante comieron mucho menos. Según los investigadores esto se debe a que este simple cambio actúo como el cambio de escenario haciendo que el deseo de comer fuese menos intenso.

En resumen, todos aquellos que se pregunten cómo comer menos ahora tienen a mano una estrategia curiosa pero muy sencilla: romper con todas las cosas del medio que contribuyen a fortalecer el hábito de comer. En este caso, podría bastar cambiar de escenario o comer con una mano diversa a la habitual.

Si a esto le sumamos otras estrategias psicológicas muy fáciles de aplicar como el hecho de establecer un top mental, comer en lugares bien iluminados, utilizar cubiertos y vajillas pequeños y evitar las distracciones como el ordenador o la televisión mientras comemos; entonces podremos seguir la dieta con mayor facilidad.

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