psicología desarrollo personal
DOS TÉCNICAS MUY ÚTILES PARA CALMAR EL DIÁLOGO INTERIOR
DOS TÉCNICAS MUY ÚTILES PARA CALMAR EL DIÁLOGO INTERIOR
Probablemente en más de una ocasión te habrás dado cuenta de
que estás sumergido en un diálogo interior que no termina, es como si fuese un
disco rayado que se repite al infinito y tú lo único que deseas es que termine
de una vez y por todas. Es algo que nos ha pasado a todos, fundamentalmente
cuando debemos solucionar un problema o estamos pasando por una situación muy
tensionante.
Sin embargo, el problema de este tipo de diálogo interior
estriba en que no es beneficioso, no se trata de esa conversación que
sostenemos con nosotros mismos cuando queremos solucionar un problema, se trata
más bien de una voz molesta que nos recuerda continuamente cosas negativas que
desearíamos y deberíamos evitar. Es esa voz que te dice que no lograrás lo que
te propones o la que te detiene y te impide actuar mostrándote un cuadro
catastrofista.
En esos casos, lo mejor es acallar el diálogo interior, limpiar
la mente. ¿Cómo hacerlo? El budismo y sus técnicas milenarias vienen a darnos
una mano.
Eliminar las ideas indeseadas controlando la
respiración
Una excelente estrategia es concentrarse en la
respiración. Cuando te des cuenta de que ese diálogo malsano ha comenzado, ve a
un lugar tranquilo y concéntrate en tu respiración. Cierra los ojos y toma
lentamente el aire por la nariz, reténlo y luego expúlsalo aún más lentamente
por la boca. Focalízate en la manera en que se mueve tu pecho con cada
inspiración y expiración.
Esfuérzate por hacer que cada inspiración y expiración sean
siempre más largas. Mientras tanto, percibe como tu mente se va despejando y te
llena una sensación de tranquilidad. Si lo prefieres, las primeras veces puede
ser de ayuda que te repitas mentalmente un mantra cada vez que hagas la
expiración: “estoy tranquilo”, “mi mente está vacía” o “me siento relajado”, lo
que prefieras.
Cada persona necesitará tiempos diferentes para poder
alcanzar ese estado de tranquilidad mental, lo usual es que las primeras veces
te tome un poco más pero después, cuando tengas práctica, ni siquiera tendrás
que ir a un lugar tranquilo, podrás realizar este ejercicio de respiración
incluso en una oficina llena de gente.
Es posible que las primeras veces notes cómo las ideas
indeseadas intentan colarse en tu mente. Es algo normal, no les prestes
demasiada atención y continúa con el ejercicio.
La técnica del anclaje
Otra técnica para acallar el diálogo interior consiste en
crear un anclaje. Es decir, tenemos que lograr que cuando hagamos un sencillo
movimiento, nuestros pensamientos indeseados desaparezcan como por arte de
magia, para ello tenemos que establecer una conexión entre el movimiento y las
ideas rumiativas. Pero será mejor que vayamos por pasos:
1. Busca una idea que te preocupe y que te suela dar vueltas
en la cabeza una y otra vez. Deja que tome el control de tu mente, desata ese
diálogo interior que antes querías acallar.
2. Concéntrate en ese monólogo, siente cuánto te molesta,
experimenta todas las sensaciones que provoca en ti. ¿Lo has hecho?
3. Ahora simplemente aplasta rápidamente tu lengua contra la
parte inferior de la boca y mira a ver qué pasa. De seguro habrás notado que el
diálogo interior se acalló, al menos durante unos instantes. Disfruta de esa
sensación de vacío mental.
¡Bien! Ahora no te queda sino practicar con frecuencia hasta
que logres crear un reflejo condicionado que puedas usar en cualquier lugar,
siempre que te asalten esos pensamientos indeseados.
Obviamente, puedes utilizar cualquier movimiento como
anclaje que te sirva para cortar rápidamente la secuencia de pensamientos, hay
a quienes les da resultado simplemente chasqueando la lengua. Deberás encontrar
el movimiento adecuado para ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario