06 mayo 2019

LAS EMOCIONES NEGATIVAS

TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS
LAS EMOCIONES NEGATIVAS

¿Cómo puedes controlar tus emociones negativas? ¿Qué has perdido? ¿Cómo has sido atacado? ¿Eres feliz?
Los seres humanos percibimos el mundo en términos de emociones positivas, negativas o neutras. Y tanto las agradables como las desagradables están profundamente arraigadas en nuestra biología.

La mayoría de las respuestas de las reacciones emocionales han existido desde hace mucho tiempo y surgieron como parte de un proceso de adaptación y supervivencia de la especie humana. 
Las emociones negativas son nuestra defensa en contra de amenazas externas, y nos ayudan a enfrentarlas. El miedo es una señal de defensa ante un peligro, la tristeza es una respuesta adaptada ante una perdida, y el enojo surge cuando alguien nos ataca o invade.

Las emociones positivas como la alegría, el placer, la serenidad, la esperanza o la tranquilidad también cumplen un propósito evolutivo, ya que se ha encontrado que amplían nuestros recursos intelectuales, físicos y sociales, y permiten construir reservas que nos ayudan a enfrentar amenazas. 
Es importante saber controlar las emociones para que no nos dañen o nos manejen. No es necesario reprimirlas, sino que queremos manejar las emociones negativas para transformarlas en positivas.


El miedo o el enfado, por ejemplo, lo vamos a seguir sintiendo, pero tenemos que tomar consciencia de nuestros sentimientos y emociones.

Como consecuencia de algún estimulo externo se crean en nuestro interior unas emociones que debemos identificar para poder manejar de forma consciente como te hablo en este vídeo.

El miedo por ejemplo se siento por algún peligro o por algo que nos estamos imaginando.
Para llegar a dominar nuestras emociones tenemos que aprender a despertar el observador que hay dentro de nosotros para saber identificarlas. 
Las emociones básicas son:
1. Ansiedad.
2. Tristeza.
3. Felicidad.


Manejar correctamente estas emociones incluye la habilidad de canalizarlas convenientemente, sin recurrir a conductas tan perjudiciales como la agresividad consigo mismo o con otros.

Aquí tenemos algunas estrategias para afrontar estos momentos:

No retroalimentar la emoción negativa, dándole vueltas una y otra vez, para mantener “viva” esa sensación desagradable.
Verlas como algo natural y aceptar estas emociones, intentando después buscar una alternativa para sentirse mejor.
Relajarse. Recurrir a actividades para desconectar de esa situación (hablar con alguien, pasear, jugar, etc.).
Aprovechar la ocasión para conocerse a uno mismo y comprobar sus reacciones (ira, frustración, pérdida…). Uno va aprendiendo a gestionar sus emociones para afrontar de mejor manera situaciones desagradables futuras.
El ejercicio físico. Las actividades aeróbicas son idóneas para aplacar y eliminar esas sensaciones desagradables.
Hacer borrón y cuenta nueva. 

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