16 abril 2008

La Fe es grátis...Solo hay que buscarla....

La Fe es grátis...solo hay que buscarla.... Esperanza, era una niña precoz de 8 años. Un día escuchó a su madre y a su padre hablar acerca de su hermano pequeño Andrew. Ella solo sabía que su hermano estaba muy enfermo y que su familia no tenía dinero. Planeaban mudarse para un complejo de apartamentos el siguiente mes porque su padre no tenía el dinero para las facturas médicas y la hipoteca. Solo una operación costosísima podría salvar a Andrew. Escuchó que su Padre estaba gestionando un préstamo pero no lo conseguía. Escuchó a su padre murmurarle a su madre, quien tenia los ojos llenos de lágrimas, "Solo un milagro puede salvarlo". Esperanza, fue a su cuarto y sacó un frasco de jalea que mantenía escondido en el cajón. Vació todo su contenido en el suelo y lo contó cuidadosamente. Lo contó una segunda vez y una tercera. La cantidad tenía que ser perfecta. No había margen para errores. Luego colocó todas las monedas en el frasco nuevamente, lo tapó y se escabulló por la puerta trasera y caminó 6 calles hasta la farmacia que tenía el jefe indio color rojo pintado en el marco de la puerta. Esperó pacientemente su turno. El farmacéutico parecía muy ocupado en ese momento y no le prestaba atención. Esperanza, movió su pie haciendo un ruido. Nada. Se aclaró la garganta con el peor sonido que pudo producir. Nada. Finalmente, sacó una moneda del frasco y golpeó el mostrador, "¿Qué deseas?", le preguntó el farmacéutico en un tono bastante desagradable, le dijo sin esperar respuesta: "Estoy hablando con mi hermano que acaba de llegar de Chicago y no lo he visto en años. "Bueno, yo quiero hablarle acerca de mi hermano" le contestó Esperanza, en el mismo tono que usaba el farmacéutico. "Está muy enfermo y quiero comprar un milagro". "¿Qué dices?" dijo el farmacéutico. "Su nombre es Andrew y tiene algo creciéndole dentro de la cabeza y mi padre dice que solo un milagro lo puede salvar. Así que, ¿cuánto cuesta un milagro? "Aquí no vendemos milagros, pequeña. Lo siento pero no te puedo ayudar" le contestó el farmacéutico; ahora en un tono más dulce."Mire, yo tengo el dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré el resto. Solo dígame, Cuanto cuesta. El hermano del farmacéutico era un hombre elegante. Se inclinó y le preguntó a la niña: "¿Qué clase de milagro necesita tu hermanito? "No lo se" contestó Esperanza, con los ojos a punto de explotar. "Solo se que está muy enfermo y mi Mamá dice que necesita una operación. Pero mi Papá no puede pagarla, así que yo quiero gastar mi dinero". "¿Cuánto dinero tienes?" le preguntó el hombre de Chicago. "Un dólar con once centavos" contestó Esperanza, en una voz que casi no se entendió. "Es todo el dinero que tengo pero puedo conseguir más si lo necesita". "Pues que coincidencia" dijo el hombre sonriendo. "Un dólar con once centavos, justo el precio de un milagro para hermanos menores". Tomó el dinero en una mano y con la otra cogió a la niña del brazo y le dijo; "Llévame a tu casa. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus Padres. Veamos si yo tengo el milagro que tu necesitas". Ese hombre de buena apariencia era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especialista en neurocirugía. La operación se efectuó si cargos y en poco tiempo Andrew estaba de regreso a casa y con buena salud. Los Padres de Esperanza, hablaban felices de las circunstancias que llevaron a este doctor hasta su puerta. "Esa cirugía" dijo la Madre, "fue un verdadero milagro. Me pregunto cuanto habría costado". Esperanza, sonrió. Ella sabía exactamente cuanto costaba un milagro, un dólar con once centavos más la fe de una pequeña. Un milagro no es la suspensión de la ley natural, sino la operación de una ley más alta. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Esta es una historia verdadera) La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perseverar en lo imposible Aunque ahora lo pases mal, ser persona de fe es ver a través de los problemas. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" La gente confunde fe con creencia. Cualquiera puede tener una creencia, pero eso no equivale a tener fe. 04/08 dts.