13 diciembre 2008

Lo que ya no encaja en mi vida

Lo que ya no encaja en mi vida: Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin. Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a una etapa, no es poner fin a las relaciones, cerrar puertas, concluir capítulos... No importa el nombre que le de, lo importante es dejar en el pasado momentos de la vida que ya terminaron. La vida me ha jubilado del trabajo Ha terminado mi vida laboral…. Esas amistades, y relaciones que tanto cultivé... ¿van desapareciendo sin más? Puedo pasar mucho tiempo preguntándome por qué me sucedido algo así. No puedo decir que no daré un paso más hasta entender por qué motivo esos momentos que eran tan importantes en mi vida, se convirtieron de repente en pasado. Vivir una actitud confusa así supone un desgaste inmenso para todos: pareja, hijos, familia, amistades, todos ellos también cierran un etapa, pasan página, mirando hacia adelante, Algunos sufren al verte inactivo. Otros se alegran y hasta te felicitan por esta nueva etapa, En realidad nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, sensibles que reviven día y noche su momentos con las personas que se quedaron en el camino para no volver. Todo pasa, y lo mejor que se puede hacer es no volver a ello. Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar la forma de pensar y crear las ilusiones tan deseadas. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerme de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otros momentos ocupen su lugar. Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de recordar tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con problemas vividos en el pasado, que solo sirve para envenenarte, el futuro si es que existe. Nada hay más peligroso que los problemas de salud que no aceptamos, que tienen fecha de caducidad, decisiones siempre en espera del "momento feliz". Antes de comenzar un nuevo capítulo, hay que terminar el anterior: repetir otra vez a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay momentos insustituibles, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante. Cerrar ciclos, no por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquellos momentos ya no encajarían en el presente de tu vida.. Dic-08 dts.

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