01 agosto 2018

LOS RUMORES SE ESTRELLAN CONTRA LOS OÍDOS INTELIGENTES


Psicología Social   LOS RUMORES SE ESTRELLAN CONTRA LOS OÍDOS INTELIGENTES

 
“¡No te vas a creer de lo que me acabo de enterar! Te lo voy a contar, pero no se lo digas a nadie”. 
Cuando escucho esto, lo primero que pienso es: “Si nadie se puede enterar, mejor ni me lo cuentes”. Pero claro, luego recuerdo que el rumor tiene una función de pegamento social y soporto estoicamente durante un tiempo prudencial como para poder cambiar la conversación sin parecer demasiado grosera. 
Sin embargo, los rumores son tan antiguos como la humanidad. Y su mecanismo de base siempre es el mismo: hay una persona que inventa el rumor desvirtuando la realidad, se lo sirve en bandeja de plata a la persona chismosa para que lo difunda y un tercer ingenuo se lo cree sin ofrecer ninguna resistencia. Por suerte, el rumor se estrella contra la barrera que representa el oído de una persona inteligente que comprende que no tiene ningún sentido prestar atención a las habladurías y mucho menos difundirlas. 
Los rumores fungen como un pegamento social 
Gordon Allport explicaba que los rumores sirven para que las personas se cohesionen entre sí y se posicionen frente a alguien más, generalmente el objeto del rumor. En práctica, el acto de contar un rumor adquiere un carácter íntimo, de manera que la persona chismosa le está diciendo a su interlocutor que le estima lo suficiente como para revelarle un “secreto”, aunque la mayoría de las veces se trata de un secreto a voces. 
En muchos casos, el rumor contiene una alarma implícita, es una indicación de que la opinión pública está en contra de algo, por tanto, se convierte en una especie de “advertencia de amigo”. Desde esta perspectiva, nos permite posicionarnos e integrar el grupo que se ha formado contra la persona o entidad que representa los antivalores que se deben combatir. En esos casos, el rumor sería una especie de “carta de invitación” al club. 
Sin embargo, debemos tener cuidado porque en muchos casos los rumores se convierten en un mecanismo de control social que le otorga poder a quien lo difunde. Dado que la persona chismosa posee “información privilegiada”, también adquiere cierto poder sobre el grupo receptivo que le cree, un poder que le permitirá manipularlos. 
Los rumores canalizan las incertidumbres, miedos y ansiedades 
Los rumores sirven para canalizar las incertidumbres y ansiedades de las personas. De hecho, para que los rumores surjan y sean creíbles, debe existir un contexto de ambigüedad. Allport propuso una ley según la cual, el rumor es proporcional a su importancia y ambigüedad. En otras palabras, la difusión del rumor dependerá de la importancia que le confieren al asunto las personas implicadas y del grado de desconocimiento sobre el tema. 
Eso significa que para que un rumor se difunda, tiene que hacer cierta resonancia en nuestras creencias y expectativas.
Un ejemplo perfecto fue lo que le sucedió a la compañía P&G en 1980. Se difundió que su logotipo, en el que se apreciaba un hombre en la luna, en realidad representaba a un diablo con cuernos y con el número “666” oculto. Las personas comenzaron a pensar que la compañía apoyaba a sectas satánicas y dejaron de comprar sus productos, causándole pérdidas millonarias. 
En realidad, el rumor fue difundido por cuatro compañías de la competencia, que llamaban a los católicos a unirse para afrontar esa perversidad, pero es obvio que encontró terreno fértil en una época en que las personas estaban obsesionadas con los mitos egipcios. P&G los llevó a juicio y tuvieron que resarcirle con 19 millones de dólares, pero el daño ya estaba hecho, muestra de ello fue que en 1991 la compañía eliminó los detalles supuestamente diabólicos y en 1995 cambiaron por completo su logo. 
Otro ejemplo del daño que puede causar un rumor fue el caso del refresco “Tropical Fantasy”, que apenas salió al mercado fue un éxito de ventas debido a que su precio era mucho más bajo que el de sus competidores. Sin embargo, muy pronto se difundió el rumor de que la bebida había sido creada por el Ku Klux Klan para dañar la calidad del semen de los afroamericanos. A partir de ese momento, sus ventas se desplomaron un 70%. 
Aquel rumor era absurdo, pero se “basaba” en el hecho de que muchas de las máquinas expendedoras de la compañía se encontraban en barrios pobres donde vivían afroamericanos. Por supuesto, aquello no era un complot, sino que se debía a una mera estrategia comercial ya que la empresa, Brooklyn Bottling, pretendía posicionar su producto entre las clases menos favorecidas. No obstante, la marca tardó años en recuperarse de aquel rumor. 
El rumor se detiene con inteligencia 
Estos ejemplos nos demuestran que los rumores se difunden cuando percibimos que son creíbles (incluso las historias más ridículas). Cuando los rumores hacen palanca en la ansiedad o en un miedo intenso, es menos probable que los analicemos lógicamente o que contrastemos su verosimilitud. 
Un rumor es una forma de manipulación emocional, por lo que la mejor arma para hacerle frente es la inteligencia y la lógica. Informarse, sin caer en sesgos cognitivos, también es fundamental ya que el rumor se ceba de la ambigüedad y el desconocimiento. 
Según Allport, el rumor se crea pasando por estos tres procesos, de manera que solo persiste apenas un 30% de la realidad: 
1- Nivelación. El rumor se acorta, restándole detalles y complejidad a la historia, lo cual ayuda a su difusión. 
2- Agudización. Se enfatizan y exageran ciertas características del rumor, para lograr que sea más memorable. 
3- Asimilación. Se distorsiona según los prejuicios, las parcialidades, los intereses y las agendas preexistentes de las personas que quieren difundir el rumor, para lograr que haga resonancia emocional. 
Por tanto, ante el rumor, lo mejor es actuar con inteligencia. Cuando te cuenten algo que invoca una consecuencia esperada (los rumores de deseos) o que aluda a consecuencias temidas o decepcionantes (los rumores temibles), piénsatelo dos veces antes de creerlo y, sobre todo, no lo difundas. 
Fuentes: DiFonzo, N.; Bordia, P. & Rosnow, R. L. (1994) Reining in rumors. Organizational Dynamics; 23: 47-62. 
Allport, G. W. & Postman, L. (1947) The psychology of rumor. Nueva York: Holt, Rinehart & Winston. 


26 julio 2018

EL PROPÓSITO DE LA VIDA NO ES SER ES SER TÚ MISMO“ NO SER ALGUIEN”,


PsicologíaDesarrollo Personal
EL PROPÓSITO DE LA VIDA NO ES SER ES SER TÚ MISMO“ NO SER ALGUIEN”, 
Todos en algún momento queremos ser famosos, pero en el momento en el que queremos ser algo ya no somos libres”, dijo el escritor Krishnamurti. 
La sociedad nos empuja a ser “alguien”, a perseguir el éxito y lograr que los demás reconozcan que somos importantes y valiosos. Como resultado, muchas personas destinan toda su vida a buscar ese reconocimiento, el cual se convierte en su leitmotiv. No se dan cuenta de que intentar ser “alguien” significa entregar las llaves de su libertad, que persiguiendo la ilusión del éxito encadenan su autoestima a las opiniones de los demás. 

Buscar el reconocimiento es volverse esclavos de las opiniones ajenas 
Esa profunda necesidad de reconocimiento significa que estamos intentando consolidar nuestra identidad a través de la percepción de los demás, quienes nos regresan una imagen, como si de un espejo se tratase, para confirmar nuestra valía. En práctica, no logramos ser “alguien” si los demás no lo reconocen, lo cual significa que debemos adaptarnos y ceñirnos a los cánones sociales que implican “ser alguien”. En ese preciso instante, nos convertirmos en prisioneros por voluntad propia. 
El deseo de ser alguien implica que nos alimentamos de la admiración de los demás, que necesitamos sus elogios para confirmar y fortalecer nuestra identidad, los cuales satisfacen nuestro deseo de ser especiales. Así huimos del vacío que implica ser “nadie”. Pero entonces rechazamos ser nosotros mismos para empezar a vivir a través de la mirada de los otros. 
Esa realidad se convierte en una trampa que supone una dependencia continua de los demás, quienes deben seguir reconociendo que somos alguien. Por eso, el viaje para convertirnos en alguien a menudo se traduce en una realidad insatisfactoria e inestable. Y es que, cuanto más intentemos apuntalar nuestra “identidad exitosa”, más expuestos estaremos a que todo pueda desaparecer. Como resultado, caemos víctima de la inestabilidad de la que pretendíamos escapar. 
Buscando la solidez que reporta ser alguien, nos convertimos en personas más frágiles. No importa cuántas posesiones, logros o admiración alcancemos, toda identidad que dependa del reconocimiento de los demás siempre implica un estado de extrema fragilidad porque puede esfumarse cuando ese reconocimiento social desaparezca. En cualquier momento podremos dejar de ser el mejor en algo o perder cualquiera de las etiquetas de las que nos enorgullecemos. 
El crecimiento auténtico proviene de la humildad interior 
Krishnamurti propone una forma de vivir y relacionarse con uno mismo diferente: “La mente humana es como un colador que retiene algunas cosas y deja pasar otras. Lo que retiene, es la medida de sus propios deseos; y los deseos, por profundos, vastos o nobles que sean, son pequeños y mezquinos, porque el deseo es cosa de la mente. La completa atención implica no retener cosa alguna, sino poseer la libertad de la vida, que fluye sin restricción ni preferencia alguna. Siempre estamos reteniendo o eligiendo las cosas que significan algo para nosotros, y aferrándonos perpetuamente a ellas. A esto lo llamamos experiencia, y a la multiplicación de experiencias la llamamos riqueza de la vida. La riqueza de la vida es estar libre de la acumulación de experiencias. La experiencia que queda, que uno retiene, impide ese estado en que lo conocido no existe. Lo conocido no es el tesoro, pero la mente se aferra a eso, con lo cual destruye o profana lo desconocido”
En vez de quedarnos en nuestra zona de confort que reafirma nuestra identidad, podemos descubrir nuevos caminos y formas de hacer las cosas. Sin embargo, para realizar descubrimientos realmente importantes que den paso a un cambio trascendental, primero necesitamos vaciarnos de muchos de nuestros estereotipos, prejuicios y creencias. Una mente demasiado llena no tiene espacio para el cambio. 
o curioso es que solo podemos crecer desde la humildad, desde la percepción de nuestras limitaciones, dejando ir ese deseo de ser “alguien”. Solo cuando reconocemos lo que no sabemos, podemos aprender nuevas cosas. Las certezas, en muchas ocasiones, cierran el camino a nuevos conocimientos y experiencias. 
Schopenhauer, por ejemplo, pensaba que esas experiencias sublimes proceden del entendimiento de la pequeñez, la nada del individuo ante la inmensidad del universo. Entonces se produce el milagro: cuanto menos eres, más creces, más aprendes, más descubres. 
¿Cómo podemos liberarnos de la obsesión de ser alguien? 
El vacío nos produce pánico. Sin embargo, a quien le aterra el vacío es porque se cree sólido, porque no se da cuenta de que luchar por seguir siendo “alguien” y mantener amurallado el castillo de su identidad es completamente ineficaz. Por eso, para deshacerse de la obsesión por ser alguien es importante abrazar el cambio, darnos cuenta de que todo está en movimiento, sobre todo nuestra identidad. 
También es fundamental apuntalar nuestro autoconcepto desde dentro. Ser conscientes de que no necesitas ser alguien para ser feliz, sentirte satisfecho y vivir plenamente. La plenitud como persona proviene de hacer lo que nos reporta felicidad, no de cumplir con los encorsetados roles sociales que marcan las pautas para “ser alguien”. 

23 julio 2018

Andando el camino Rumbo a lo desconocido en busca de la paz y el silencio que se encuentra al final del camino.

Andando el  camino Rumbo a lo desconocidoen busca de la paz y el silencio que se encuentra al final del camino.

 
¡CAMINAR .!!!
lucero
“La arena del desierto es para el viajero cansado lo mismo que la conversación incesante para el amante del silencio”.( Proverbio persa)
lucero
Cansado estoy de caminar
de luchar y sufrir de cada día
si todo lo veo gris, será que no hay alegría,
por lo que tengo  ganas de gritar.
lucero
Será porque ya no puedo más
y nada me queda para dar
sólo penurias que regalar
sin tiempo de un además.
lucero
En este mundo loco  irremediable
hoy sólo veo agravios y desatino
y de la verdad que no se hable
¿será el tiempo el que cambie este desatino?
luceroSerá la paz de los muertos,
o la gente sumisa con la boca cerrada
la que diga aquí no ha pasado nada,
solo confusión deroche y desconciertos
.....
lucero
Autor: Diego Torrente
~*Dts.*~ ©

lucero 

PÉREZ REVERTE VUELVE A METER EL DEDO EN LA LLAGA:


PÉREZ REVERTE VUELVE A METER EL DEDO EN LA LLAGA:

INDECENTES
M
e gustaría transmitirle al Gobierno pasado, al actual, y al que puede venir lo siguiente:
TENGAN LA VERGÜENZA de hacer un plan para que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que Vds. les han dado para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos
PONGAN COTO a los desmanes de las empresas de telefonía y de ADSL que ofrecen los servicios más caros de Europa y de peor calidad.
ELIMINEN la duplicidad de muchas Administraciones Públicas, suprimiendo organismos innecesarios, reasignado a los funcionarios de carrera y acabando con los cargos, asesores de confianza y otros puestos nombrados a dedo que, pese a ser innecesarios en su mayor parte, son los que cobran los suelazos en las Administraciones Públicas y su teórica función puede ser desempeñada de forma más cualificada por muchos funcionarios públicos titulados y que lamentablemente están infrautilizados.
HAGAN que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero equivalente a los perjuicios que han causado al erario público con su mala gestión o/y sus fechorías, y endurezcan el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para ellos.
INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar.
INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35/40 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados)
INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos y sindicatos, apesebrados aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (ni cultural ni intelectual).
INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.
INDECENTE, No es que no se congelen el sueldo sus señorías, sino que NO se lo bajen.
INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.
INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.
Y que sea cuál sea el color del gobierno, todos los políticos se benefician de este moderno “derecho de pernada” mientras no se cambien las leyes que lo regula.
¿Y quiénes las cambiarán? ¿Ellos mismos? Já.
Juntemos firmas para que haya un proyecto de ley con “cara y ojos” para acabar con estos privilegios, y con otros.
¡¡¡ Haz que esto llegue al Congreso a través de tus amigos !!!
ÉSTA SÍ DEBERÍA SER UNA DE ESAS CADENAS QUE NO SE DEBE ROMPER, PORQUE SÓLO NOSOTROS PODEMOS PONERLE REMEDIO A ESTO, Y ÉSTA, SI QUE TRAERÁ AÑOS DE MALA SUERTE SI NO PONEMOS REMEDIO, está en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Autor: Arturo Pérez Reverte 

22 julio 2018

¡ Hay palabras! poema





Andando el camino: rumbo a lo desconocido
¡en busca de las palabras quee sestán llenas de silencios  !!

CONSEJOS PARA DESARROLLAR LA RESILIENCIA

psicología desarrollo personal
CONSEJOS PARA DESARROLLAR LA RESILIENCIA
La resiliencia es la capacidad que tenemos para sobreponernos a situaciones que son dolorosas que generan un gran impacto emocional,. Hay personas más resilientes que otras, pero lo cierto es que la resiliencia no es una cualidad innata, sino que se puede potenciar a lo largo del camino, lo cual es muy útil porque aprenderemos a enfrentar los contratiempos sin que estos nos dañen demasiado.

¿Cómo desarrollar la resiliencia?
1. Cultiva las relaciones interpersonales. Las personas resilientes normalmente tienen un sólido grupo de apoyo, amigos, familiares o simples conocidos con los cuales puede contar, no solo para compartir las alegrías sino también los problemas. De hecho, numerosos estudios han demostrado que las redes sociales de apoyo marcan la diferencia cuando se trata de problemas psicológicos.
2. Evita pensar en las crisis como en problemas insuperables. Uno de los secretos de las personas resilientes es comprender las crisis como momentos que pasarán. Es decir, no se ahogan en un vaso de agua, por muy mal que se sientan en el aquí y ahora, son capaces de mirar al futuro y encontrar algo positivo.
3. Acepta que el cambio es parte de la vida. A veces la vida nos pone obstáculos que no veíamos venir y nos impide lograr ciertos objetivos. Las personas resilientes no se regodean en la auto consideración, sino que aceptan el cambio y continúan el camino.
4. Camina hacia tus metas. Plantéate objetivos y haz algo para alcanzarlos, incluso si se trata de un paso más pequeño. A menudo caemos en el error de ponernos metas que jamás logramos simplemente porque no nos movemos. Pregúntate en qué dirección quieres ir y haz que tu día a día te conduzca hacia allí.

5. Se proactivo, decide. En vez de lamentarte por lo que ha sucedido, pensar en lo desgraciado que eres y en todas las cosas buenas que le suceden a los demás, toma decisiones y llévalas a cabo. Los problemas no se resuelven solos, las personas resilientes lo saben y por eso enfrentan las dificultades en vez de escapar de ellas.

6. Descúbrete. Nadie se conoce completamente a sí mismo y a menudo se asombran de las cosas que serían capaces de hacer ante situaciones límites. La adversidad puede sacar lo mejor de nosotros mismos dándonos una fuerza que no creíamos tener. Aprovecha esos momentos para conocerte y explorar tus capacidades.

7. Cultiva una visión positiva de ti. El desarrollo de la confianza es una de las claves para desarrollar la resiliencia y poder resolver los problemas. Vigila tu diálogo interior y cámbialo por un discurso más positivo.
8. Mantén la perspectiva. Incluso cuando te enfrentes a acontecimientos muy dolorosos, intenta analizar la situación en un contexto más amplio, con una perspectiva a largo plazo. Evita exagerar los problemas y sus consecuencias. Es muy oportuno pedirles a otras personas su opinión porque estas tendrán una visión más objetiva del asunto.
9. No abandones la esperanza. Una visión optimista no es la panacea y no resolverá por sí sola los problemas, pero sin duda es de gran ayuda. Intenta visualizar lo que deseas y concéntrate en ello, focalízate en los aspectos positivos que te dan fuerza para continuar adelante.
10. Cuídate. La resiliencia no es un pozo de fuerzas sin fondo, hay ocasiones en que es necesario hacer un alto y expresar el miedo o el dolor. por tanto, préstale atención a tus necesidades y sentimientos. Date tiempo para divertirte y relajarte, cuida de tu mente y tu cuerpo, así estarás mejor preparado para plantarle cara a la adversidad cuando aparezca.

21 julio 2018

CATARSIS EMOCIONAL


Psicología Tratamientos Psicológicos
CATARSIS EMOCIONAL

La catarsis es una liberación emocional que nos ayuda a liberar los conflictos inconscientes. De hecho, el término proviene de la palabra griega “katharsis”, que significa “purificación” o “limpieza”. En Psicología, la catarsis implica una especie de purga emocional, de manera que podemos restaurar nuestro equilibrio psicológico. Se trata de un proceso intenso e íntimo que suele ser liberador ya que no solo expresamos contenidos que habíamos reprimido, sino que les damos un nuevo sentido, los incorporamos en nuestra historia de vida y logramos pasar página. 
¿Qué es la catarsis emocional según el psicoanálisis? 
El término catarsis se remonta a la Antigua Grecia, si bien adquirió protagonismo en la Psicología de la mano de Sigmund Freud y Josef Breuer. Este último desarrolló un tratamiento psicológico que denominó catártico para abordar la histeria. La terapia consistía en hacer que los pacientes recordaran experiencias traumáticas mientras estaban bajo hipnosis. Breuer descubrió que cuando las personas expresaban las emociones que habían reprimido durante tanto tiempo, experimentaban un alivio de sus síntomas. 
Freud también creía que la catarsis emocional podía desempeñar un papel importante en el alivio de los síntomas vinculados a la angustia. Según su teoría psicoanalítica, la mente humana se compone de tres elementos clave: el consciente, el subconsciente y el inconsciente. En la mente consciente se encuentra todo lo que conocemos. El subconsciente contiene cosas de las que no somos totalmente conscientes pero que podemos concienciar si le prestamos la debida atención. Por último, el inconsciente es la parte de la mente que contiene la gran reserva de pensamientos, sentimientos y recuerdos que están fuera de nuestra conciencia, generalmente con una gran carga emotiva. 
Freud pensaba que muchos conflictos y traumas se esconden en el inconsciente, desde donde siguen ejerciendo su influjo sobre nuestras decisiones, comportamiento y bienestar. Por eso recurría a técnicas psicológicas como la interpretación de los sueños y la asociación libre para acceder a esos contenidos. Definió la catarsis como “El proceso mediante el cual reducimos o eliminamos un conflicto al activarlo en la conciencia y permitir que se exprese”.

Desde esta perspectiva, la catarsis sería un darse cuenta de cosas que nos están dañando pero que operan por debajo del umbral de la conciencia. De hecho, en el psicoanálisis actual la catarsis se considera como la descarga de los efectos vinculados a eventos traumáticos que habían sido reprimidos, devolviéndolos a la conciencia para volver a experimentarlos y deshacerse de su influjo negativo o limitante. 
Esto significa que, si bien la catarsis encierra un poderoso componente emocional, también tiene un fuerte componente cognitivo que nos permite adquirir nuevos conocimientos o perspectivas asumiendo y dejando atrás esas heridas emocionales. 
Por tanto, la catarsis emocional: 
Nos hace sentir mejor liberando las emociones negativas y, 
- Conduce a un cambio positivo en nuestro “yo” permitiéndonos integrar esos contenidos reprimidos. 
¿Por qué es importante expresar las emociones? 
La sociedad suele ejercer un papel represor sobre las emociones. Está mal visto que expresemos las emociones “negativas”, de manera que se fomenta su represión, lo cual nos lleva a sepultarlas en lo más profundo del inconsciente.
Sin embargo, la expresión emocional forma parte de un “yo” maduro y equilibrado. Cada emoción que experimentamos y expresamos forma parte de nuestra esencia. Gracias a ellas podemos conocernos mejor. Las emociones actúan como brújulas que nos indican instantáneamente reacciones de agrado o rechazo, por lo que nunca se deben reprimir, solo es necesario aprender a expresarlas asertivamente. 
Una emoción reprimida terminará generando un conflicto que se enquistará en el inconsciente, simplemente porque no hemos procesado el mensaje de esa emoción y no la hemos utilizado adaptativamente. Al contrario, asimilar las emociones, sobre todo las emociones “negativas”, nos permitirá comprenderlas y usarlas a nuestro favor para crecer.
¿Hacer catarsis siempre es beneficioso? 
Al pasar a formar parte del vocabulario popular, la catarsis se ha desdibujado. Muchos piensan, por ejemplo, que hacer catarsis para liberar la ira significa dar golpes a la almohada o encerrarse en una habitación a gritar. Se ha demostrado que este tipo de recursos expresivos es contraproducente e ineficaz a largo plazo. 
Un estudio muy interesante realizado en la Universidad Estatal de Iowa analizó cuál era la mejor estrategia para ventilar la ira. Estos psicólogos pidieron a un grupo de personas enojadas que golpearon un saco de boxeo y pensaron en la persona que los había enojado y a otros les pidieron que pensaran en que se estaban poniendo en forma. Un tercer grupo se quedó sentado en una habitación, sin más. 
Luego, a todos les dieron la oportunidad de administrar fuertes ráfagas de ruido a la persona que los había enojado. Se descubrió que las personas que habían golpeado el saco de boxeo pensando en quien los había enojado no solo seguían estando muy enojadas sino que también se comportaron de manera más agresiva. Al contrario, quienes más se calmaron fueron los que se quedaron sentados tranquilamente. 

La ventilación física de las emociones puede ayudar y tener un pequeño efecto catártico pero es necesario ir un paso más allá. Si la mera catarsis física fuera una práctica constructiva, la labor de los psicólogos sería mucho más sencilla. Para curar y resolver los conflictos no basta con actuar y experimentar, es necesario trabajar a nivel conceptual con la imagen del “yo”. 
Eso significa que para lograr el cambio positivo que se persigue con la catarsis es necesario reflexionar sobre esas emociones, de manera que podamos integrarlas en nuestro autoconcepto. 
También hay que tener en cuenta que la única emoción que se ventila con la catarsis no es la ira. La tristeza que experimentamos después de la pérdida de un ser querido, cuando se reprime, sigue doliendo. Al contrario, cuando se expresa se supera más rápido. Se ha demostrado que llorar es catártico, casi siempre. De hecho, la catarsis en Psicología se usa fundamentalmente para aliviar el dolor y el sufrimiento asociados a un trauma. 
Un estudio realizado en la Universidad de Illinois descubrió que la catarsis provoca cambios a nivel fisiológico que pueden ayudarnos a encontrar el equilibrio emocional más rápidamente. Estos psicólogos apreciaron que ventilar las emociones genera una disminución de la presión arterial y cambia el ritmo de la respiración, lo cual podría ayudarnos a calmarnos. De hecho, cuando estamos enojados respiramos a un ritmo diferente que cuando estamos tranquilos o tristes. Cada emoción tiene su ritmo de respiración, de manera que cuando cambia nuestro estado mental, nuestra respiración cambia inmediatamente. Por tanto, regulando nuestra respiración también podemos controlar las emociones. 
¿Cómo hacer catarsis para generar un cambio positivo duradero? 
1. Conecta con tus sentimientos. Ante todo, es vital que aceptes todas tus emociones y sentimientos. Debes evitar la idea de que existen emociones “negativas” que no deberías experimentar. Todas las emociones son válidas y no te hacen peor ni mejor persona. No es lo que sientes sino cómo lo canalizas. Por tanto, no intentes reprimir ni luchar contra esas emociones. Conecta con ellas para que escuches el mensaje que deben transmitirte. A veces, detrás de la ira se esconde la tristeza, por ejemplo, o la sensación de impotencia. Pero no podrás resolver el conflicto si te desconectas de tus emociones. 
2. Busca la forma de hacer catarsis que funciona para ti. Lo que puede ser catártico para algunos no lo es para otros. Por tanto, debes encontrar la estrategia de expresión emocional que mejor funciona para ti. No siempre es necesario ni recomendable golpear una almohada, llevar un diario terapéutico puede ser una forma de exorcizar tus problemas. El arte también es una excelente herramienta catártica. 
3. No te olvides del elemento cognitivo. La catarsis está compuesta por dos aspectos: la liberación emocional que generalmente tiene un fuerte componente somático y el elemento cognitivo, que implica la reflexión sobre lo ocurrido. Si te limitas a la liberación emocional te habrás quedado a medio camino. Es necesario que reflexiones sobre el origen de esas emociones que te perturban y, sobre todo, que encuentres una vía para expresarlas de manera asertiva, sin hacerte daño y sin dañar a los demás. 
Por último, pero no menos importante, no fuerces tu ritmo de curación. A veces algunos contenidos se esconden en el inconsciente porque no tenemos las herramientas psicológicas necesarias para afrontarlos y sacarlos a la conciencia sería extremadamente doloroso. Asume la catarsis como un proceso terapéutico de autosanación y autoaceptación en el que cada día irás dando pequeños pasos. 
Fuentes: 
Verona, E. & Sullivan, E. A. (2008) Emotional Catharsis and Aggression Revisited: Heart Rate Reduction Following Aggressive. Emotion; 8(3): 331–340. 
Bushman, B. J. (2002) Does Venting Anger Feed or Extinguish the Flame? Catharsis, Rumination, Distraction, Anger, and Aggressive Responding. Personality and Social Psychology Bulletin; 28(6): 724-731.