23 julio 2019

LAS TERRIBLES CONSECUENCIAS DE LA INDIFERENCIA

psicología desarrollo personal                                                                               
* LAS TERRIBLES CONSECUENCIAS DE LA INDIFERENCIA

A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que una aversión declarada”. De hecho, no hay nada más desconcertante y dañino que sentir un vacío emocional, sobre todo si este proviene de personas que nos resultan significativas. Tampoco es casualidad que la indiferencia emocional esté catalogada como una de las formas de violencia encubiertas y sea penalizada por la ley, sobre todo en el caso de la educación de los niños. Pero ¿por qué la indiferencia es tan dañina?


¿Qué sucede cuándo somos víctimas de la indiferencia?
1. Abre una puerta al desconcierto. Por muy poco que esperemos de los demás, por muy bajas que sean nuestras expectativas, siempre esperamos que las personas que nos rodean reaccionen de alguna forma ante nuestras necesidades y emociones. Por eso, cuando no obtenemos una respuesta, nos sentimos desconcertados e intranquilos. La inacción y la indiferencia nos afectan porque desestructuran nuestra manera de comprender el mundo y las relaciones sociales, lo cual nos genera incertidumbre y desasosiego.

2. Aumenta la inseguridad personal. Cuando otra persona nos pasa por alto, dejamos de recibir una retroalimentación. Por tanto, no logramos comprender qué piensan de nosotros y tampoco sabemos cómo reaccionar. Debemos recordar que las relaciones interpersonales son como un refinado baile de movimientos en el cual nos vamos ajustando en dependencia de las respuestas del otro. Además, en la infancia, conformamos nuestra autoimagen en base a la imagen que los demás tienen de nosotros por lo que, si solo obtenemos como respuesta la indiferencia, es probable que nos sintamos muy inseguros.
3. Provoca una baja autoestima. En realidad, la indiferencia no es una ausencia de respuesta, la indiferencia también transmite un mensaje y este nos indica que somos "demasiado poco" como para generar una reacción intensa en los demás. Obviamente, cuando esta situación se repite a lo largo de los años, suele repercutir en nuestra autoestima, haciendo que nos menospreciemos.

4. Incrementa el nivel de ansiedad. Tener que descifrar en todo momento lo que la otra persona siente o piensa es muy estresante. Es mucho más fácil saber que una persona reacciona de manera agresiva ante determinados comportamientos y que brinda afecto en ciertas circunstancias. La indiferencia nos obliga a buscar continuamente respuestas y ese proceso puede ser muy agotador, mucho más que lidiar con alguien permanentemente enfadado o deprimido.

5. Potencia la sensación de soledad. La indiferencia es el vacío por lo que no es extraño que provoque una profunda sensación de soledad, sobre todo si esta proviene de figuras que deberían profesarnos cariño, como pueden ser los padres, los hijos o la pareja. Y la soledad es el preludio de múltiples problemas, tanto a nivel psicológico como físico.

¿Cómo lidiar con la indiferencia?
No podemos obligar a las personas a que nos traten de una manera diversa y abandonen su actitud indiferente. Sin embargo, cuando se trata de alguien realmente importante y significativo para nosotros, podemos esforzarnos por conocerle mejor y poner en práctica comportamientos que hagan resonancia con su sistema emocional.

En muchas ocasiones las personas que se muestran indiferentes lo hacen porque otras, a su vez, lo han hecho con ellas. La indiferencia es la única manera de relacionarse que conocen. Otras veces se comportan de esta manera porque temen implicarse demasiado emocionalmente y salir heridas. En ese caso, el secreto radica en demostrarles que eres una persona de fiar, que no les defraudarás.
Sin embargo, en algunos casos la mejor estrategia consiste en establecer una distancia de seguridad y rodearte de personas positivas que realmente te valoren por tus cualidades y te hagan sentir bien. Recuerda que no puedes elegir a tu familia, pero sí a tus amigos y, sobre todo, no olvides que solo tú tienes el poder para darles poder sobre ti.

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