12 octubre 2010

Los Engaños Del Pensamiento

Caminos de la vida.
Los Engaños Del Pensamiento.
Un vistazo a los errores de pensamiento más comunes que cometemos a diario..
En este texto, escrito de manera amena pero sin caer nunca en el simplismo Excesivo, se aborda el tema del pensamiento lineal y los errores que cometemos en ocasiones a la hora de realizar razonamientos..
Todos sabemos que "una mentira mil veces repetida tarde o temprano pasa a ser aceptada por todos como verdad"..
Y es sorprendente ver la cantidad de mentiras y falacias que aceptamos y llevamos guardadas en el subconsciente desde que tenemos uso de razón sin detenernos nunca un momento a meditar en su veracidad..
Los Engaños Del Pensamiento no es un tratado científico, sino un texto en el cual cualquier persona puede, al leerlo, identificarse y conocer los errores básicos de pensamiento que " él mismo ha estado utilizando y que cuando son perjudiciales pues no te permiten ver la vida de manera clara impidiendo así tomar la decisión correcta en cada situación"..
Para caminar por la vida, debes tener un corazón lleno de ilusiones, una gran capacidad de sentir, de soñar, de ver más allá de lo que nuestros sentidos pueden apreciar a simple vista...dale rienda suelta a la imaginación y disfruta de cada uno de los sueños... porque cada uno de ellos será diferente ya que el protagonista eres tú y precisamente tú, serás quien complete la historia...ven a soñar! .
Dts, Ago-10

11 octubre 2010

Cada día tiene su propio encanto

Cada día tiene su propio encanto.
Disfrutar de la vida nos hace felices, aprender de ella, nos hace sabios!!!
Intento buscar la felicidad en cada cosa que me rodea, especialmente en los momentos agradables de la vida. Veo en ellos, un motivo para llegar a felicidad. Disfrutando de un amanecer, unas horas, un tiempo, un anochecer anhelando el día siguiente. Conociendo personas, con comportamientos y maneras de pensar de diferentes cualidades y estilos.
A lo largo del camino, me doy cuenta que todos tenemos algo en común; todos perseguimos un porqué anhelar la felicidad razonable.
Sin embargo, cada paso que doy, cada momento que disfruto, cada cosa que comparto, me lleva a algo más que un simple sentimiento de alegría momentánea; me lleva al conocimiento
Soy experto cuando aprendo de todo lo que realizo, me haya salido bien o mal. Soy experto cuando en lugar de quejarme de mi mala suerte que, saca provecho de ella y aprendo a no caer en los mismos errores. Soy experto cuando entiendo que la vida, que tan corta es, y solo me da oportunidad de vivir..
De ahora en adelante, en lugar de anhelar felicidad, anhelaré conocimiento, porque el es la clave para poder llegar. ¡ Así he llegado a esta reflexión!
~*Dts.*~
"Uno de mis lemas favoritos" Cada día tiene su propio encanto"
Cada día se asoma con un nuevo amanecer, con nuevas metas que cumplir, con nuevos sueños y retos que alcanzar. Tal vez nos parezca que vivimos un día tras otro y que este día será sólo uno más. Quizás pensemos que éste no es otro, sino la continuación de lo que ayer comenzamos. Es posible que este día transcurra como uno de tantos, posiblemente como la continuidad de algo inconcluso, o quien sabe si sea, la conclusión a algo esperado desde hace mucho. Y es que no son los días los que deciden lo que quieren ser, sino nosotros, los que decidimos lo que queremos hacer con nuestros días. No son ellos quienes responden a nuestras preguntas, sino nosotros, quienes decidimos si deseamos esas respuestas.
Todos los días pueden pasar y hacer que nuestra vida parezca inútil, o pueden permanecer en nuestro recuerdo como "ése día especial que jamás olvidaré..." Somos nosotros quienes le ponemos ese toque diferente a cada cosa que hacemos diariamente y que nos permite ser lo que somos y ofrecer a la humanidad lo que mejor tenemos para ofrecer. No es el día ni la noche ni el sol ni las estrellas ni la luna ni el universo quien decide lo que somos, lo que hacemos o lo que queremos hacer. Somos nosotros quienes tenemos el poder de ser libres para poder decir: "Este día no será uno más, sino que, éste será mi día..." ~*Dts.*~

Reflexión sobre de la riqueza interior..!!!

Reflexiones: A lo largo del camino
Reflexión sobre de la riqueza interior..!!!.
Según Fernando Savater “La alegría no depende de estímulos externos, sino de la riqueza interior, que hay que ir cultivando como si fuese un huerto”.
Los seres humanos tenemos la inmensa dicha de reír y de llorar. Se ríe cuando se está alegre o simplemente para disipar las penas que embargan nuestro espíritu. Lloramos de dolor o de alegría. Hoy más que nunca la ciencia por ciencia está dirigida a la destrucción y por ende es el camino a la profunda tristeza del ser humano. El científico (que aplica mal una ciencia) es un simple individuo por cuanto carece de calidad humana, o sea, no tiene conciencia moral. Felizmente Hay científicos con calidad humana que son personas que buscan realizarse en valores, especialmente en los éticos y morales. Son aquellos que tienen vocación de servicio para aliviar los dolores en todas sus formas y que buscan practicar una cultura de paz y amor. En la historia de la filosofía encontramos inquietudes sobre la risa y el llanto. Unos han investigado más sobre el primer tema y otros se han preocupado por el segundo. En este artículo sólo mencionaré las inquietudes de algunos de los pensadores.
Así como «Voltaire filósofo precursor de la revolución francesa quien escribió acerca de la tristeza: «la dicha no es más que un sueño y el dolor es real…hace cincuenta años que compruebo, sólo se resignarme y decirme que las moscas han nacido para ser comidas por las arañas, y los hombres para ser comidos por las penas ». Henri Bersong llamado el filósofo poeta del siglo veinte encontrarás una obra titulada «Filosofía de la risa» y en ella nos explica con su sutil espiritualismo que la risa radica en las deformaciones que una persona bien conformada alcance a imitar, y si lo hace puede llegar a lo cómico , por consiguiente a la risa.
El filósofo argentino Alfredo Stern especialista en el tema de los valores, en su obra «La risa y el llanto» con un enfoque axiológico manifiesta que la risa es una degradación de valores. Si alguien se le toma el pelo para provocar risa se ha degradado valores. En cambio si se llora pero por algo que vale la pena hacerlo (la muerte de un ser querido por ejemplo) entonces estamos ante una perdida de valores. Muchos psicólogos dan luces sobre el tema.
Pero especialmente nos orientan a practicar la riso terapia como se conoce a ciertas técnicas curativas mediante el ejercicio de la risa produce endorfinas que es una hormona particular y que se encarga de enviar mensajes del cerebro a otras partes del cuerpo. Está científicamente comprobado que ayuda a la salud psicosomática.
Los especialistas en medicina, manifiestan que un minuto de risa sana y franca equivale a 45 minutos de yoga. Comentan además que la riso terapia es un medicamento con el que no pueden hacer negocio las multinacionales farmacéuticas. Enfermos que se toman sus padecimientos con humor sanan mucho mejor y antes que los que lo toman con pesimismo. En suma, en el teatro del mundo, la vida nos enseña a reír y a llorar, Nos encontramos con diversos problemas (circunstancias) para salir de ella recurrimos a la filosofía a través de la reflexión o la meditación. Nos daremos cuenta que en la vida es bueno reír para comprender mejor el dolor, así mismo es bueno llorar (de vez en cuando vale la pena hacerlo) para saber que la vida también nos depara alegrías..
~*Dts.*~

Planes para la vida

Planes para la vida..
Todas las personas tienen mil planes para sí mismas, sin embargo destino, sólo hay un destino Independientemente de si crees o no en el destino, hay algo muy cierto que nos ocurre cuando tenemos algunos planes que se cumplen de forma diferente a como lo esperamos, y es que, no importa lo que hagamos, las cosas suceden como tienen que suceder.
A veces hacemos infinidad de planes para un día, y de repente, pensamos que todo nos ha salido al revés de como lo planeábamos, pero realmente lo que ocurre es que las cosas debieron pasar de esa forma para evitar algo que no nos convenía en un futuro.
Piensa que, de ahora en adelante, cuando algo se interponga en tus planes, o algo no sale como esperas, es que no te convenía; y sigue adelante con tus metas, pero con precaución, y que aquello que no te salió, te sirva de experiencia para no volver a cometer los mismos errores. ~*Dts.*~

22 mayo 2010

Desde mi Mirador

Desde mi Mirador Desde el mirador de mi imaginación tuve una inocente fantasía. tuve un sueño: Un sueño intenso, diáfanoun sueño de difusos colores; Un sueño inocente, tan inocente, que ignoré que era un sueño. Observó, descubro, sus ciclópeas formas que superan mi imaginación; su suave calor me conmueve, me da abrigo. La luz que irradia lo enmaraña, desconcertado me pierdo en la fascinación que ejerce sobre mi su significado, me pierdo, sin querer encontrarme. Yo sé que llegará una mañana, en la que el crepúsculo matutino lo borrará como todo lo que se lleva el día, entonces el despertar volverá a ser sombrío. Hoy es noche clara en mi vida, la luna cómplice comparte mi sensación, esta sensación que solo provoca mi sueño de mirada incrédula. Hoy es noche, clara y aquí, desde la vista de mi presente, me conformo solo con soñar utopías con mi delicado sueño, lleno de delirios Mi apacible sueño, que no sabe que es un sueño. El placentero sueño, que, impunemente, me robará el despertar. A mitad de camino de mi última etapa, yo te bendigo, Vida, porque nunca me dejaste sin esperanza fallida ni trabajos injustos ni pena inmerecida, Porque veo al final de mi rudo camino Yo que fui arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse tristeza y desolación, planté imaginaciones y coseché siempre sueños. Hallé sin duda largas las noches de desvelo;Es mas no me prometiste tú sólo noches buenas, y en cambio tuve algunas noches agradables serenas. Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz! ¿Real o Irreal? ¿Qué es lo que diferencia lo real de lo que no lo es? Recientemente, y gracias a un nuevo amigo, me he estado haciendo esta pregunta. Si lo piensas bien, lo único que diferencia lo real de lo que no lo es, es que la realidad la podemos tocar, la que choca con nosotros y nos hace daño, a veces nos hace llorar, de rabia, tristeza, desesperación, o también de emoción, alegría, felicidad... Pero esas diferencias no hacen lo irreal algo malo, siempre he creído que la imaginación hace que la vida resulte más interesante. Como siempre, la virtud, se encuentra en el termino medio, y debemos vivir la vida con los pies en la tierra, pero sin olvidar que en nuestra imaginación podemos cambiar el color de las cosas, y disfrutar mucho más de todo lo que tenemos en el mundo real, es cuestión de saber combinar las dos cosas. Es lo que yo hago casi siempre desde esta pequeña ventana, desde mi mirador, dejo volar mi imaginación, y consigo ver viajes fantásticos y curiosos por el mundo, me pongo a recordar acontecimientos pasados, que disfrazo con trazos de historias inventadas. La imaginación es importante, casi imprescindible, la vida sería muy aburrida sin ella. Desde mi Mirador ¿Dónde están las fronteras entre lo real y lo imaginario? Pregunta interesante… Ya los grandes filósofos, como Descartes o Hume, Platón o Kant se devanaron las meninges. Y no seré yo quien la solución la respuesta, desde luego. Nuestras vidas hoy son una mezcla de impresiones, un álbum de fotos que van cambiando según nuestras neuronas cambian los detalles de nuestros recuerdos, las pinceladas de las galerías que conforman los laberintos de nuestras almas. Esa imaginación que nos cambia los recuerdos, nos hace, en realidad, lo que somos, pues los malos recuerdos se atemperan, y los buenos se relativizan. Con ello, podemos alcanzar el tan buscado término medio, como náufragos en pos de una isla, como golondrinas en océano abierto buscando un lugar donde posarse y poder plegar, al fin, las alas. Es la imaginación la que nos permite dar brazadas, la que hace que sigamos aleteando, porque sólo con la imaginación podemos atisbar un futuro, y, así, nos permite tener ilusiones, sueños, aspiraciones. Nos permite ser más felices, afrontar el futuro en una carabela construida con el frágil casco de una sonrisa. La imaginación, de esa manera, nos alimenta; si no de pan, al menos sí de ilusiones. Aunque no nos calme la sed, sí puede apagar algunos fuegos que llevamos dentro. Sin imaginación, en definitiva, el alma es sólo carne, y la vida sólo un árbol que ya nació despojado de sus hojas. Woody Allen: "A mí no me gusta nada la realidad, pero es el único lugar donde me puedo comer un buen filete de ternera". El problema de qué es real sólo se puede plantear cuando ya existe algo irreal o, si se prefiere, ficticio, ilusorio, intangible.. En un estado inicial, el ser humano no puede plantearse el problema de la realidad, sencillamente porque todo lo que existe es verdadero. Pero es él mismo ser humano quien, por medio del lenguaje, y de las representaciones pictórico-escultóricas, comienza a crear realidades contenidas en sí mismas. De ahí que el tótem o las pinturas rupestres fueran deificadas: era muy difícil para el hombre de entonces desvincular esos hechos perceptivos de lo que conocían como cierto (lo cual no desmerece en absoluto su inteligencia. Miles de años después, muchas personas modernas se agachaban al pasar el tren . o los caballos de la primera proyección cinematográfica). Hay, pues, una realidad real y segunda "virtual", en un estrato inferior, la cual comenzó estando formada por pinturas, esculturas, relatos, y ahora también la conforman películas, videojuegos, el ciberespacio, la blogosfera... Esa realidad virtual es la que crea el hombre por sus medios. Ahora bien, habría una tercera realidad, que podríamos denominar "invisible", y que sería aquella que el lenguaje no crea (está antes que el lenguaje), pero sí desvela y ayuda a desentrañar, como es el mundo de las matemáticas, la geometría, la ciencia y, probablemente, la moral. Realidades que preexistían al lenguaje que las formulara, virtudes que estaban ahí, intangibles, antes de que el hombre las encarnara. Las "ideas" platónicas, de todas las distintas formas que desde Platón hasta Deleuze se pudieron entender. Frecuentemente, atribuimos un valor mayor a las cosas que descubrimos que "además" son reales: una película basada en hechos reales, una crónica frente a un relato, una historia real frente a una inventada, la letra de una canción autobiográfica... Ahora bien, el mero hecho de ser real, puede ser en sí mismo insignificante, ¿qué es más importante para el hombre en su conjunto, una historia de ficción que lean y comenten millones de personas de distintas generaciones (algo irreal), o la vida de un hombre que no deje huella? Encontramos que la validación ontológica, tal vez, carezca de valor añadido. En el mundo que vivimos se hace difícil el problema, por cuanto el conjunto de : "realidades irreales", historias, películas, valores, creencias, que podemos elegir es acaso demasiado amplio y no consensuado. De ahí, se hace difícil vivir con imaginación en un contexto donde no es compartida, por ejemplo, o se fabula de otra manera que no compartimos. Si toda creación artística, por definición, no es real, en tanto que se refiere a sí misma y se valora de manera subjetiva, ¿qué sentido tiene una vida que se ciña a lo real? De igual modo, aplicado al individuo, si todos los sueños, ilusiones, sentimientos, creencias, virtudes no son estrictamente reales.. ¿Cuál es el valor real de la realidad? Como me decía mi buen amigo: "si la realidad de la vida te obliga a hundir las piernas en el fango, húndelas, pero mantén la cabeza mirando al cielo". Dts. May-2010

21 mayo 2010

No tengo tiempo

No tengo tiempo
Un hombre trabaja serrando árboles en un bosque. Pone mucho empeño y, sin embargo, está angustiado por el bajo rendimiento que obtiene de su prolongado esfuerzo. Cada día le lleva más tiempo acabar su tarea, de modo que le sorprende la noche cuando aún le quedan bastantes troncos por serrar.
En su afán por trabajar cada día más, no se da cuenta de que esa lentitud se debe a que tiene muy gastado el filo de la sierra.
Un buen día se le acerca un compañero y le pregunta:
—Oye, ¿cuánto tiempo llevas con este árbol?
—Más de dos horas.
—Es raro que lleves tanto tiempo si trabajas a ese ritmo..., ¿por qué no descansas un momento y afilas la sierra?
—No puedo parar, llevo mucho retraso.
—Pero luego irás más deprisa y pronto recuperarás los pocos minutos que supone afilar la sierra. —Lo siento, pero tengo mucho trabajo pendiente y no puedo perder ni un minuto.
Y así concluyó aquella conversación. Algo muy parecido a este diálogo se repite con frecuencia en el interior de muchas personas preocupadas por problemas que afectan seriamente a sus vidas. Se plantean que quizá deben mejorar su preparación profesional, que deben aumentar su cultura, que tienen que formarse, que necesitan una renovación personal que les saque de su fatigosa y rutinaria monotonía...; pero al final concluyen que no tienen tiempo, que tienen tanto trabajo que no pueden perder ni un minuto en teorías. Es cierto que en muchos casos la formación que a uno le ofrecen o le han ofrecido parece muy teórica y que no resuelve los problemas que tiene la gente. La solución entonces es procurarse una formación que no sea tan teórica y se adapte a las propias necesidades, pero no renunciar a la formación. El riesgo de caer en agotadoras disquisiciones teóricas no debe hacernos desdeñar la buena y sana teoría de las cosas.
Es preciso encontrar un equilibrio, porque muchas veces, cuando alguien dice que la teoría no le interesa, que ya se la sabe, lo que probablemente le suceda es que esté confundiendo la teoría con una vaga y soporífera verborrea, puesto que no hay nada más práctico que una buena teoría. Y a bastantes que aseguran no querer ni oír hablar de teorías lo que quizá les falle es precisamente la teoría (en el buen sentido del término). O, visto de otra manera, lo que les pierde es una teoría de segundo grado: lo que les pierde es la teoría del desprecio por la teoría. Atender con esmero a la propia formación es decisivo para la mejora del carácter y, en general, para alcanzar una vida lograda.
El problema es que casi todas las actividades encaminadas a mejorar nuestra formación son de esas actividades importantes pero no urgentes que, por no apremiarnos en el día a día, muchas personas suelen dejarlas para un hipotético momento futuro que luego nunca llega. Preparación personal Si consideramos los diversos ámbitos de la propia preparación personal, podríamos hablar en primer lugar de un nivel referido a lo estrictamente corporal: atender al cuidado de la salud, llevar una alimentación sana y equilibrada, hacer el necesario ejercicio físico, etc. Estas exigencias pueden resultar bastante costosas para algunas personas. Y si uno no está acostumbrado a ellas, al comenzar a tomarlas más en serio, es fácil que el cuerpo proteste contra el cambio, y quiera seguir en su cómoda cuesta abajo de la vida: comer y beber lo que nos venga en gana, desdeñar el ejercicio físico, ser negligentes en el cuidado de la salud, etc. Se necesita un tiempo para acostumbrar al cuerpo a esa disciplina, pero a medida que se logra, uno se encuentra con más energía y mejor humor, las actividades normales van resultando menos costosas y aumenta la capacidad para hacer cosas más exigentes. Si pasamos a analizar otro nivel más alto de nuestra preparación personal, referido por ejemplo a nuestras capacidades intelectuales, es probable que advirtamos que nuestras circunstancias de vida quizá no nos empujan a usar mucho de ellas.
Depende mucho del tipo de ocupaciones que cada uno tenga, pero es algo que sucede con frecuencia a quien ha dejado ya la disciplina exterior de sus obligaciones de estudiante, y su trabajo tampoco le obliga a ejercer con exigencia su capacidad de leer, o de pensar analíticamente, o de expresarse por escrito con un mínimo de riqueza y corrección. Es verdad que si el trabajo no nos lo exige, luego, en el poco tiempo libre que uno tiene, tampoco está uno para demasiadas florituras intelectuales.
Y es verdad que tampoco se trata de caer en un obsesivo afán de ejercer las capacidades mentales, de la misma manera que hacer periódicamente un poco de ejercicio físico no es pasarse las tardes en un gimnasio dedicado al culturismo. Pero si nos detenemos a pensar en cómo empleamos nuestro tiempo libre, quizá advirtamos que pasamos bastante tiempo con distracciones demasiado pasivas y que nos aportan muy poco, y que podríamos dedicarnos más a otras que nos aportarían más, y que también descansan más. Un ejemplo típico es la televisión. Ser capaz de autorregularse en su uso con sensatez y equilibrio es un hábito que puede tener unas importantes consecuencias para el futuro de una persona.
Me refiero a que un consumo excesivo e indiscriminado de televisión supone perder la ocasión de hacer muchas cosas en la vida. Basta pensar que si una persona dedica tres horas diarias a ver televisión —y aún estaría por debajo de la media del mundo occidental—, ese tiempo supone casi la quinta parte del que se pasa cada día levantado de la cama. O sea, que es como dedicar quince años de la vida a ver la televisión quince horas diarias. Y en ese tiempo realmente se pueden hacer realmente muchas cosas. Es cierto que viendo la televisión también se pueden aprender cosas. Hay programas que efectivamente tienen una alta calidad, bien por su contenido formativo o informativo, o incluso de entretenimiento y de descanso, y es verdad que pueden enriquecernos y ayudarnos mucho. Pero también es cierto que muchos otros sencillamente nos hacen perder el tiempo (y eso sin contar con los que puedan influirnos negativamente, que también los hay). Además, si resulta que vemos la televisión a granel, sin que medie una selección y búsqueda de los espacios que de verdad nos interesan, tragándonos todo, de un canal a otro, todas las tardes, todas las noches, lo que haya... eso habría que calificarlo de adicción, y sus efectos no pueden ser positivos. La televisión es un buen siervo pero un mal amo, y no debemos dejar que su uso nos domine, sino ser capaces de emplearla con moderación y sensatez. Insisto en esto porque es la ocupación —quitando el trabajo y el sueño— a la que dedica más tiempo cada día el ciudadano occidental de tipo medio.
Y parece claro que de ahí es de dónde en mayor cantidad de tiempo puede sacar para su preparación personal en todos los ámbitos.

19 mayo 2010

El cuento del tallador de lápidas

El cuento del tallador de lápidas
Un hombre que cincelaba rocas para hacer lápidas, se sentía infeliz con su trabajo y pensaba que le gustaría ser otra persona y tener una posición social distinta. Un día pasó delante de la casa de un rico comerciante y vio las posesiones que éste tenía y lo respetado que era en la ciudad. El tallador de piedras sintió envidia del comerciante y pensó que le gustaría ser exactamente como él, en lugar de tener que estar todo el día trabajando la roca con el martillo y el cincel. Para gran sorpresa suya, el deseo le fue concedido y de este modo se halló pronto convertido en un poderoso comerciante, disponiendo de más lujo y más poder de los que nunca había podido soñar. Al mismo tiempo era también envidiado y despreciado por los pobres y tenía igualmente más enemigos de los que nunca soñó. Entonces vio a un importante funcionario del gobierno, transportado por sus siervos y rodeado de gran cantidad de soldados. Todos se inclinaban ante él. Sin duda era el personaje más poderoso y más respetado de todo el reino. El tallador de lápidas que ahora era comerciante, deseó ser como aquel alto funcionario, tener abundantes siervos y soldados que lo protegieran y disponer de más poder que nadie. De nuevo le fue concedido su deseo y de pronto se convirtió en el importante funcionario, el hombre más poderoso de todo el reino, ante quien todos se inclinaban. Pero el funcionario era también la persona más temida y más odiada de todo el reino y precisamente por ello necesitaba tal cantidad de soldados para que lo protegieran. Mientras tanto el calor del sol le hacía sentirse incomodo y pesado. Entonces miró hacia arriba, viendo al sol que brillaba en pleno cielo azul y dijo: “¡ Que poderoso es el sol! ¿ cómo me gustaría ser el sol!” Antes de haber pronunciado la frase se había ya convertido en sol, iluminando toda la tierra. Pero pronto surgió una gran nube negra, que poco a poco fue tapando al sol e impidiendo el paso de sus rayos. “Que poderosa es esa nube ¡ pensó! como me gustaría ser como ella!” Rápidamente se convirtió en la nube, anulando los rayos del sol y dejando caer su lluvia sobre los pueblos y los campos. Pero luego vino un fuerte viento y comenzó a desplazar y a disipar la nube. “Me gustaría ser tan poderoso como el viento,” pensó, y automáticamente se convirtió en viento. Pero aunque el viento podía arrancar árboles de raíz y destruir pueblos enteros, nada podía contra una gran roca que había allí cerca. La roca se levantaba imponente, resistiendo inmóvil y tranquila a la fuerza del viento. “¡Que potente es esa roca !” pensó “¡como me gustaría ser tan poderosa como ella!” Entonces se convirtió en la roca, que resistía inamovible al viento más huracanado. Finalmente era feliz, pues disponía de la fuerza más poderosa existente sobre la tierra. Pero de pronto oyó un ruido. Clic, Clic, Clic. Un martillo golpeaba a un cincel, y este arrancaba un trozo de roca tras otro. “¿Quién podría ser más poderoso que yo?”, pensó, y mirando hacia abajo la poderosa roca vio... al hombre que hacía lápidas.
Muchas personas malgastan su vida buscando la felicidad sin llegarla a encontrar nunca, simplemente porque no miran en el lugar adecuado. Nunca podrás ver una puesta de sol si estás mirando hacia el Este y nunca encontraras la felicidad si la buscas entre las cosas que te rodean. El cuento del tallador de lápidas te enseña que la felicidad no depende de lo que cambies en tu vida... salvo que te cambies a ti mismo.